Año 2.|No. 14|2021

Editorial 14

El minotauro, en «La casa de Asterión», dice que catorce veces son infinitas veces. Yo no sé si es posible que catorce e infinito equivalgan. No puedo afirmarlo para esta dimensión de la realidad, no puedo negarlo para otras dimensiones. Lo que sí puedo hacer es desear que ese significado para catorce sea un augurio para Katabasis. Así es, con este Dédalo estamos cruzando el décimo cuarto umbral y me gustaría pensar que es el puntapié inicial para que publiquemos números infinitas veces.

Y, tal vez, para el trabajo interno sí ha sido todo infinito: lecturas que parecen no tener fin, dictámenes con igual aspecto de interminables, ajustes que surgen en la práctica editorial… Y dudas. Las dudas son infinitas cuando en la ecuación se combinan la difusión, la cultura y la retroalimentación humana. La duda es buena, en muchas oportunidades afianza las pasiones porque conduce a la reflexión, al cuestionamiento, al acuerdo entre las propias contradicciones. Sin embargo, no todo es duda.

Catorce e infinitos son los agradecimientos. Como equipo, agradecemos a quienes nos acompañan ya sea leyendo los artículos y textos literarios, viendo nuestras producciones multimedia, sumándose a nuestras redes sociales (Instagram, Facebook, Twitter y YouTube), enviando sus obras originales para que las publiquemos, compartiendo nuestro trabajo en sus círculos, participando de las transmisiones en vivo, etcétera. Como habrán notado, son infinitas las acciones que ustedes, en su hermoso y necesario rol de seguidores, cometen para enriquecer nuestra tarea.

Podemos inferir que la infinitud se construye. Por eso, además de la revista que siempre les compartimos, añadimos una nueva categoría dentro de la sección Opinión: se trata de Fomento de escritura, un espacio para que docentes puedan convocar a su estudiantado a que realice proyectos escritores y lo envíe a nuestra convocatoria permanente de artículos y les dictaminadores juzguemos esas producciones para incorporarlas. La infinitud se construye, digo, habilitando nuevas oportunidades.

No quiero ofrecerles párrafos infinitos. Solamente me queda retomar el principio: ojalá sigamos creciendo en catorce, en infinitas proporciones, con ustedes. Katabasis, nuestra revista Katabasis, en estos dos años de existencia se erige como el sol que vemos desde los laberintos personales de cada integrante. Sí, este mundo es una casa sin techos donde esperamos pacientemente que caigan en nuestras manos los hilos de Ariadna, hilos que en realidad no sabemos si llegarán o no, pero que siempre vamos a esperar. Mientras tanto, ese sol nos da calor, vida y, sobre todo, libertad. Catorce Katabasis, infinitas libertades.