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Ilustrado por: Deivy

Jennifer Puello Acendra

 

Mis influencias, sobre todo en Colombia, son extraliterarias. Creo que más que cualquier otro libro, lo que me abrió los ojos fue la música, los cantos vallenatos

Gabriel García Márquez[1]

En una entrevista a Ernesto McCausland, Gabriel García Márquez dijo que su escritura está presente el Caribe americano, no solo la Costa colombiana, de donde es originario. En sus palabras, recoger la cultura caribeña se convierte “gasolina” para alimentar sus novelas y cuentos.

Cualquiera que me haya leído cualquiera de mis libros se habrá dado cuenta que yo no me he ido (…) Otra cosa es que viva en otra parte, pero uno se va cuando se desarraiga y yo aunque hubiera querido, la verdad es que, no he podido del Caribe (…) en cualquier lugar donde estoy escribiendo una novela colombiana.

Cuando se habla de esa cultura caribeña (y costeña) viene a la mente el folklor presente en la música, el vallenato, ese que a García Márquez afectó desde niño y cuyas historias están regadas a lo largo de su obra: “la influencia del vallenato, de toda la influencia de la cultura popular Caribe”, señaló en la entrevista.

El vallenato que menciona Gabo en la entrevista, y que recoge en varios de sus artículos de prensa, es el de los juglares, el narrativo, que expresaba con el acordeón los sucesos de la Costa, que para quienes ahí hemos vivido son más mágicos que reales.

El acordeón, en sus palabras, es un “instrumento proletario” y “comunicativo que cuando lo oímos se nos arruga el sentimiento” que “en manos de los juglares” van “llevando su caliente mensaje de poesía”.

Esta relación Gabriel García Márquez – vallenato fue en ambas direcciones, Gabo fue uno de los que incitó a nombrarlo de esta manera, pues antes era conocido como “música costeña de acordeón”; también fue cercano a grandes figuras de la música vallenata y su fama más allá de la Costa, así como ser uno de los impulsores de la creación del Festival de la Leyenda Vallenata[2].

Gabo es uno de los mejores cantantes de vallenato que yo haya conocido (…) Su oído era peligroso, y su memoria, más. Varias veces lo llevé a Valledupar a las parrandas de mis amigos, los acordeoneros, y a las fiestas patronales de los caseríos de la Costa (…) Cuando logramos hacer el primer festival vallenato, Gabito estaba encantado, estuvo con nosotros hasta el final”, Rafael Escalona, compositor vallenato.

Lo mágico está presente en la música vallenata, entre sus leyendas más memorables encontramos a Francisco El Hombre, mítico juglar que, con su acordeón, logró vencer al diablo en una batalla musical. En honor a este personaje se nombró a la tarima donde se celebra el Festival de la Leyenda Vallenata, también es nombrado en Cien años de Soledad, como el maestro de Aureliano Segundo, instrumento que Gabo quiso tocar, pero no lo dejaron.

Hasta donde recuerdo, mi vocación por la música se reveló en esos años por la fascinación que me causaban los acordeoneros con sus canciones de caminantes (…) Desde que escuché a los primeros acordeoneros de Francisco el Hombre en las fiestas del 20 de julio en Aracataca me empeñé en que mi abuelo me comprara un acordeón, pero mi abuela se nos atravesó con la mojiganga de siempre de que el acordeón era un instrumento de guatacucos

El acordeón logra convertirse en uno con quien lo toca, sobre esto Alejandro Durán, compositor y acordeonero, habla de dicha relación en su canción “Pedazo de acordeón” que va más allá de la vida terrenal:

Este pedazo de acordeón

Ahí donde tengo el alma mía

Ay por si acaso yo me muero

Les voy a pedí un favor

Que me lleve al cementerio

Este pedazo de acordeón

[]

El gran talento del Caribe (…) es narrativo, cómo te cuentan un cuento (…) aquí todo te lo vuelven cuento”.

 

; pero además no te hacen reflexiones filosóficas [desarrollar] Si todo es roba’o”.

1984 a la Revista Opina dijo “Cien años de soledad es un vallenato de 350 páginas”

Juan Gosaín: Para entender a García Márquez hay que pasar primero por la música vallenata, por las historias de la música vallenata; pues Gabo era un excelente cantante, para que usted sepa. Tenía una voz bajita muy bella, bajita, pero profunda (…) era muy buen tocador de la caja, el tambor del vallenato.

Algunas canciones que inspiraron a Gabo en sus obras particulares: Diosa coronada compuesta por el maestro Leandro Díaz al inicio del Amor en los tiempos del cólera: “En adelanto van a estos lugares tienen a su diosa coronada”.

El amor en el vallenato: mañanitas de invierno de los hermanos Zuleta. 

Y así como Gabo tuvo al vallenato en su obra, la obra de Gabo saltó al vallenato más allá de lo más tradicional (los juglares).

Todo género tiene su edad” [con relación a la novela y con la música, el origen del vallenato es estrictamente narrativo, los juglares van de pueblo en pueblo contando historias. Y el actual sigue siendo legítimo. Lo que no se debe hacer es academizarlo, como no se debe academizar la lengua. El vallenato no se bailaba, era para oír, ahora se baila y se lo hace sabroso. Y el cambio es sinónimo de vida.

Es la vida, es que las cosas siguen viviendo, el día que eso no sucede se murió, se acabó, se salió de la vida.  Y salirse de la vida, por lo menos hasta hace cinco minutos se llamaba la muerte”.

Dejar de leer a Gabo y no escuchar vallenato es casi igual, al menos para mí como costeña, caribeña y colombiana, como olvidar, y eso sería perder la memoria colectiva, la única que queda después de que el mismo García Márquez señaló a su amigo Juan Gosaín que estaba perdiendo la propia:

No voy a volver a escribir, ya no recuerdo nada, he perdido la memoria (…) Un escritor es lo que es su memoria, y yo ya no la tengo”.

Referencia

Escalona, Rafael (s.f.) El vallenato, en Especiales Semana. Recuperado de: https://especiales.semana.com/especiales/gabriel-garcia-marquez/el-vallenato.html

Fundación Ernesto MaCausland (2012, 10 de octubre) Gabo habla del Caribe [Archivo de Video]. YouTube: https://www.youtube.com/watch?v=h7gue1lYoVk&t=15s&ab_channel=Fundaci%C3%B3nErnestoMcCausland

García Márquez, Gabriel (1990) El amor en los tiempos del cólera. Editorial Diana: México.

 ____ (2002) Vivir para contarla.

Girón, Ana y Ocampo, Lala (2020, 20 de abril) La música que inspiró a Gabo, en Canal Trece. Recuperado de: https://canaltrece.com.co/noticias/gabriel-garcia-marquez-musica-canciones-favoritas/

Gómez, Luis (2014, 3 de junio) La vida según Gabriel García Márquez. Charla con Ana Cristina Navarro, RTVC 1995. [Archivo de Video]. YouTube: https://www.youtube.com/watch?v=2FW4K2Npjlg&ab_channel=LuisG%C3%B3mezR

López Rodrigué, Rubén (2021) La música en García Márquez. Archipiélago. Revista Cultural De Nuestra América, 25(100). Recuperado de: https://www.revistas.unam.mx/index.php/archipielago/article/view/78483

Samper Pizano, Daniel (s.f.) El acordeón de Gabo, en Especiales Semana. Recuperado de: https://especiales.semana.com/especiales/gabriel-garcia-marquez/el-acordeon-de-gabo.html

 

[1] En una entrevista a El Manifiesto en el año 1977.

[2] También llamado Festival Vallenato se celebra anualmente en Valledupar, ciudad de la Costa colombiana, desde el año 1968; en él se realizan varios concursos para premiar a acordeoneros y cantantes en diferentes categorías.

Jennifer Puello Acendra

Jennifer Puello Acendra

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Deivy

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