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Ilustración: Caro Poe

René Medina

George R.R. Martin y el realismo fantástico

¿Qué tienen en común los Buendía y los Targaryen? Además del obvio afecto amoroso por los de su estirpe, la afección por, como en shelbyville casarse con sus primas, el haber fundado su propio pueblo, con de juegos de azar y mujerzuelas y el tener gemelos?

Adicionalmente a estos factores obvios a la vista, creo que podríamos agregar el hecho de que los dos viven en un mundo mágico realista. Si, ya sé que canción de Hielo y fuego va si o si dentro del género conocido como fantástico, y creo que nadie tenemos dudas de que así sea, sin embargo, permítanme exponer mi punto de vista sin ser crucificado primero.

Antes de llegar a la obra cumbre de George R.R. Martin, es adecuado hablar del escritor.

Cuando llega ésta fecha del año, en que se aproximan los galardones de la academia, y se anuncia el premio nobel; es difícil no sentir cierta desazón lectora. Quizá me equivoque, pero, la mayor parte del grueso de la comunidad lectora, no pertenecemos al “selecto grupo” de cultivados lectores que han leído, o si quiera conocen la obra, de los nominados de cada año; y llega ese sentimiento de juzgar tus gustos y preguntarte si realmente tienes la suficiente autoridad moral para criticar a los “lectores menores” o si, sin darte cuenta, eres parte de ellos (cómo si ésta clasificación realmente existiera). Y es que, ciertamente, pareciera que las nominaciones están peleadas con la fama. Difícilmente veremos un Stephen King, una J.K. Rowling, o un mismo R.R. Martin entre la lista de los nominados, (de Murakami ya mejor no hablamos) y es cuando te preguntas, ¿qué estoy leyendo?

Sin embargo, sin hacer apología de la idea de que la fama es igual a calidad, también debemos desechar la idea, por demás errónea, de que la fama es igual a nula o baja calidad. Idea mucho más fácil de comprar, y que vuelve posible catalogar a los fans de autores o sagas famosas, como muchedumbre palurda de gustos escuetos, aunque esto no pueda estar más lejos de la realidad.

Existen muchos autores que gozan de fama en la actualidad, y que sin embargo, su obra es de una calidad magistral. Uno de ellos sin duda, es George R.R. Martin. Ciertamente no todos sus trabajos son de lo mejor, eh inclusive, se pueden apreciar etapas en su estilo de escritura; no obstante, su estilo, inventiva, y universo, se han ganado un lugar en la literatura universal. Si bien este veterano escritor estadounidense ha incursionado en géneros como la ciencia ficción y el terror, su obra cumbre se encuentra en el género fantástico. Como lo mencionábamos al inicio de éste artículo, las palmas se las lleva la saga “canción de hielo y fuego” mundialmente conocida por la serie transmitida por HBO basada en ella, que llevó el nombre de “Juego de tronos”. Nombre del primer libro de la saga. No sólo llegó a ser la serie más vista en su momento, sino que convirtió en un nuevo boom los libros de Martin, que sin duda, ya era un viejo conocido entre los fans de la fantasía literaria, pero que fue una muy grata sorpresa para quienes no nos habíamos adentrado en ella. Y es que, ciertamente, cuando hablamos de éste tema, creo que a nadie le queda duda sobre el trono de Tolkien, quien aparece a veces como inamovible, pero, con el debido respeto para sus más asiduos defensores, Canción de hielo y fuego no se queda atrás en su universo.

Creo que no somos pocos quienes consideramos a Martin como el heredero de Tolkien, se nota en su trabajo, una fuerte influencia del mismo, sin embargo, es también muy diferenciado el estilo narrativo y creativo del escritor. Su manera de abordar la historia desde la narrativa de diferentes tiempos y personajes, se hace de una manera tan magistral que para el lector no es difícil seguir el hilo conductor de la misma. Su prosa es nutrida no tanto en adjetivos y adverbios para la expresión de una misma idea, pero si en cuanto imágenes para la creación de la atmosfera, el ambiente, los lugares y los personajes. Tan fuerte es su descriptiva generando imágenes mentales en el lector, que, es muy fácil, colocar un rostro y cuerpo a sus personajes, y aún más, encontrar las diferencias entre grandes y sutiles, con los personajes por ejemplo, de la serie de televisión.

Otro punto fuerte en su forma de escribir fantasía, es que se sale, y por mucho, de la clásica dualidad buenos vs malos, protagonistas vs antagonistas, princesas bellas e inalcanzables, caballeros leales y abnegados, reyes sabios y malvados hechiceros; en el juego de tronos sólo hay personas. Ni enteramente malas ni enteramente buenas, sino aquellas que se guían por diferentes motivaciones, tan humanas como el poder, el dinero, la lujuria, el cariño, la nostalgia y muchas más; esas mismas que padecemos tu y yo día con día. Y de la misma manera, como tú y como yo, cada uno de sus personajes son simples mortales, nadie, como en la vida cotidiana, es indispensable en los siete reinos, así que, de preferencia, no te encariñes con ningún personaje ya que, no existen protagonistas indispensables para Martin. Cualquiera, y es decir cualquiera, puede morir en la siguiente página. En lo personal, creo que esto último, es un punto muy bueno a favor de la trama de la novela, ya que, la vuelve más humana y real, además de emocionante. No hay héroes intocables ni princesas incorruptibles, todos pueden hacer lo que sea necesario para sobrevivir, y aun así, no lograrlo.

Comencé este artículo con una declaración un tanto discordante, comparando desembarco del rey con Macondo, sin embargo, una vez que has leído el último párrafo quizá no te parezca tan disparatada mi afirmación.

Si bien es cierto que no hay un consenso general sobre qué es el realismo mágico, ya que ni sus mismos autores se han puesto de acuerdo en catalogarlo; (cfr Vargas vs Márquez, spoiler alert hay ojos morados de por medio); la mayoría más o menos coincide en el hecho de que, el precepto fundamental del realismo mágico, es una cotidianeidad, donde acontecen sucesos irreales o extraños y que para nada están desasociados con ésta habitualidad; sino por el contrario, se perciben como normales. Es decir, alguien puede ascender a los cielos, otro más puede vivir 145 años, la lluvia puede durar 4 años seguidos, es posible hablar con los muertos y nadie se va a alterar por ello.

Pues algo similar sucede en los siete reinos, lugar donde se desarrolla la trama de hielo y fuego. Si bien está dentro del género épico y fantástico, no encontramos muchos, además de los dragones, seres mitológicos o “razas de fantasía” convencionales. Ciertamente no hay elfos, hobbits, duendes, enanos o minotauros; y aunque, si existen zombies, llamados “caminantes blancos”, y criaturas míticas como los hijos del bosque, o los gigantes, no está el peso narrativo en ellos; sino principalmente, en la lucha cotidiana por el poder, donde incluso, las criaturas antes mencionadas, son, para la mayoría de los personajes, “cuentos de nanas para asustar a los pequeños”. No obstante, esta lucha se desarrolla en lugares donde la sucesión entre verano e invierno puede durar, años, e incluso siglos, donde algunos personajes pueden vivir más de 100 años, donde los “cambiacapas” pueden salir de su cuerpo y entrar en el de animales, y donde, la magia permite encender fuego de la nada y construir fortificaciones de hielo que duren miles de años; sin que esto salga de la cotidianeidad del universo de los siete reinos.

No sé si Márquez hubiese gustado de Martin, o si Martin alguna vez ha leído a Márquez, lo que sí sé, es que Aegon el conquistador, y Jose Arcadio Buendia, hubiesen sido grandes amigos, con la cantidad de Aegon y Raeghar y Arcadios y Aurelianos entre sus descendientes. Dos estirpes condenadas, una a 100 años de soledad, la otra, a 300 años de reinado.

Así pues, compañero lector, no te sientas mal por disfrutar de autores famosos como Martin, y aunque, es muy probable que la academia no llegue a reconocerlo con un galardón en algún momento, no por eso se demerita su calidad literaria ni se vuelve fútil el disfrute de su lectura. Así que, si aún no lo has leído, con tranquilidad, siéntate, toma el primer voluminoso libro de la saga y adéntrate en este mundo mágico de los siete reinos. Y si, por otro lado, como el autor de éste articulo ya lo hiciste, continua conmigo la espera de la larga noche, que lleva ya más de 10 años en aguardar el sexto tomo de la entrega. Que Dios le dé larga vida y cordura a nuestro viejito, para que culmine de escribir la historia de los siete reinos.

Valar Morghulis

René Medina

René Medina

Redactor

Caro Poe

Caro Poe

Directora de Diseño

Diseñadora gráfica.

Soy encargada del departamento de Diseño e Ilustración de este hermoso proyecto. Estudiante de Letras de la Universidad de Buenos Aires.

Como no soy escritora, encuentro de gran complejidad describirme en un simple párrafo, pero si me dieras una hoja, un bolígrafo y 5 minutos, podría garabatearlo.

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