Ilustrado por: Paulo Cañón
Paulo Cañón
Si hay un lugar en el mundo en el que es absolutamente difícil ser crítico con China, es, obviamente, dentro de la misma China. El gigante asiático es un país del que sabemos poco, y ese poco resulta cada vez más ínfimo a medida que las personas que allí viven intentan contarnos cómo funciona su vida. En esa misma línea, una de las voces chinas que más resuena, hablando de los defectos y altibajos de su gobierno, su historia y, sobre todo, sus gentes, es la de Yan Lianke, uno de los escritores asiáticos más importantes de los últimos años.
Lianke se ha convertido en una especie de mito constante, visto como un escritor mordaz y crítico con las formas de gobierno que ha experimentado China durante el último siglo. Sus obras, la mayoría sin reediciones en su país de origen (y algunas otras víctimas de censura), parecen respirar al mismo tiempo los dramas y tragedias característicos de Asia y la velocidad actual de un mundo moderno que parece asfixiar lentamente todo rastro de historia genuina.
Lleva más de 15 años publicando sus libros por fuera de China, luchando de manera continua por mantener su independencia como escritor sin perder el tono crítico que siempre lo ha caracterizado. Por eso mismo, por su labor constante y la entrega que pone en ella, en su forma de escribir puede sentirse una vitalidad única, que busca hurgar en la condición humana como si se tratara de un pozo infinito, del que no sólo se saca agua, sino también las piezas esenciales de la vida misma.
Luego de más de 10 años del último escritor puramente asiático galardonado por el Nobel (Mo Yan, su compatriota, que fue premiado en 2012), el 2022 parece un tiempo justo para reconocer una voz como la de Lianke, valiente y abnegada, que carga el empeño de intentar explicarle al mundo las particularidades de la experiencia vital China, embebiéndola con un lenguaje precioso durante el proceso.
Yan Lianke nació en Henan, China, en 1958. En su juventud fue militar, para luego licenciarse como educador en Ciencias Políticas y, posteriormente, en Literatura. Se ha desempeñado como novelista y ensayista, además de ser catedrático de una universidad de China. Ha sido nominado dos veces al premio Booker Internacional, además de haber ganado los premios Franz Kafka (2014), Lu Xun y Lao She.
Algunas obras:
Servir al pueblo (2008)
El sueño de la aldea Ding (2013)
Los besos de Lenin (2015)
El día en que el sol murió (2015)
Crónica de una explosión (2016)
Yan Lianke en sus palabras:
«Todo escritor roba de la vida. Cuanto mejor es, mayor es el expolio».
«La más grande literatura del siglo XX es la de Latinoamérica».
«La esperanza de la literatura está en contar la realidad no permitida».
«Me hice soldado solamente por una razón: para no morir de hambre».
«En China, una realidad oculta otros tipos de realidad».
«Una decena de mis novelas están prohibidas, sí, pero es algo a lo que ya me he acostumbrado. Viví mi juventud durante la Revolución Cultural, cuando si a un escritor le prohibían tal número de obras acababa en la cárcel y el patíbulo. Hoy en día, sin embargo, aunque no pueda publicar me está permitido escribir, lo que ya es un consuelo».
«Cualquier género es una prolongación del realismo, pero este ya no tiene más caminos tras más de cien años de desarrollo. Además, la vida que percibimos no es la vida en sí, la verdadera vida. La verdadera vida no tiene fronteras ni límites y hay una dimensión quizá escondida a nuestros ojos o que no nos atrevemos a reconocer que existe».
Fuentes:
Paulo Augusto Cañón Clavijo
Redactor
Colombiano, periodista y lector de tiempo completo. Escribo para encontrarme. Apasionado del fútbol, la música, los elefantes, las mandarinas y los asados.
