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Ilustración: Caro Poe

Sofía Cervantes

Si han tenido la oportunidad de ver la serie de Psycho pass notaran que es una historia virtuosa con dilemas de justicia y venganza, citas a libros de distopía y filosofías asombrosas que rayan en lo perturbador o ridículo. El mejor papel definitivamente se lo lleva el personaje más entrañable: el villano.

La historia de este anime gira en torno a la digitalización y la implementación de un sistema de seguridad que disminuyó drásticamente la criminalidad, Sybil, éste que se encarga de analizar el «psycho pass» – que es una especie de valor psicológico que puede determinar la estabilidad mental y por estos valores establece un coeficiente de criminalidad (nivel de riesgo de que una persona cometa un crimen) – mediante unas armas llamadas Dominator, sólo si se supera el valor normal establecido por Sybil se libera el gatillo y de acuerdo a que tan alto sea su coeficiente criminal existen distintas medidas, desde disparar un tranquilizante y enviarle a aislamiento hasta la aniquilación. Todo esto para detener a las personas con tendencias criminales antes de que cometan actos delictivos y lograr una sociedad pacífica.

Shougo Makishima es un ser perturbado, un erudito en ciencia ficción y filosofía, inteligente y por sobre todo carismático; es capaz de compartir su filosofía y atraer a las personas para cumplir su voluntad, sin duda, un personaje memorable. Es un villano, definitivamente, pero con algo que te hace imposible odiarlo.

Pero, ¿qué sería un villano sin un héroe, o mejor dicho anti-héroe? Shinya Kogami es un Ejecutor, denominación que se le asigna a una persona cuyo «psycho pass» se eleva pero posee cualidades valiosas por lo que se les permite trabajar como cazadores de criminales, este ejecutor tiene cierta obsesión con atrapar a Makishima. Los Ejecutores no poseen una libertad real puesto que no pueden salir del edificio donde trabajan solos, siempre debe acompañarlos un Detective que básicamente es un agente de policía con un «psycho pass» normal.

Psycho pass les da relevancia suficiente a sus personajes secundarios como para hacer sentir empatía por la mayoría de ellos o al menos entender las razones detrás de su comportamiento.

La delgada línea entre la justicia y la venganza

¿Cuántas veces no nos hemos cuestionado acerca de la línea entre la justicia y la venganza? Se dice que es justicia cuando se actúa bajo la razón y que es venganza cuando los impulsores son los sentimientos. ¿Y qué pasa cuando tanto la razón como los sentimientos son los que nos impulsan? ¿Se define por el peso que tenga cada uno sobre nuestro actuar?

El personaje de Kogami persigue a Makishima por cuestiones personales pero también lo hace por la sociedad, ¿qué es lo que tiene más peso? En los últimos capítulos de la serie podemos vislumbrar que lado ganó o tuvo mayor relevancia para Kogami; sin embargo, determinar cuestiones como esa resultan complicadas por el simple hecho de que todos somos seres razonables pero también sentimentales, aunque todos razonamos y sentimos de distinta forma, y eso es algo que le destaco a este anime, la forma en que plasma y desarrolla los personajes como seres complicados que se columpian de un lado a otro de la cuerda mientras definen de qué lado de la línea se quedarán, determinados por el objetivo pero dudosos del camino que harán para llegar a éste.

Otro personaje muy bien desarrollado a lo largo de la serie y quién elige su lado en este dilema es la Detective Tsunemori, quien resulta adaptarse muy bien a las diversas situaciones mediante el aferramiento a sus ideales, al igual que Kogami casi al final de la serie fija sus convicciones.

Y mi favorito, Makishima, sus ideales de justicia resultan tan convincentes a pesar de saber que sus medios no son los correctos. Un ser solitario con una venganza enmascarada de justicia, tan sutil como la brisa del viento después de un día caluroso. Este personaje nos lanzará en la cara sus actos crueles y egoístas fundamentados en su filosofía, y aun así, aun después de todas sus fechorías, te será difícil detestarle por completo.

Un ideal perfecto creado por seres imperfectos siempre será imperfecto

¿Cuántas veces no hemos visto a las leyes hacer que la justicia sea injusta? ¿A los sistemas corromper nuestros ideales de justicia? ¿A criminales evitando ser juzgados?

Sin duda, es criticable que un sistema judicial no actúe de la forma en que dictan sus propias leyes, eso es algo que realmente sucede en muchos países actualmente, y es que, ¿Cómo confiar en un sistema corrompido por las personas que lo manejan? Si pierdes la fe en las personas detrás del sistema, la pierdes en el sistema en sí.

Es para recuperar la confianza en el sistema que en este anime se ha creado Sybil, un programa que se asegura es totalmente de inteligencia artificial promoviendo un juicio imparcial y justo para los ciudadanos.

Suena a algo lindo, el sistema propuesto en Psycho pass no es tan malo, lo abrupto viene en el hecho de que el sistema a veces no contempla otras salidas o aspectos, Sybil puede llegar a considerar a una persona estresada un potencial criminal e inclusive a una víctima por las afectaciones psicológicas que esa condición le terminaron causando.

En un capítulo tendremos una revelación sobre el sistema Sybil, que me parece muy interesante.

Paradojas morales

Muchas veces he escuchado decir a personas que no se defienden porque dañar a otra persona les haría sentir culpa, y siempre me he preguntado si la culpa sólo le pertenece a seres puros. Piénsenlo un poco, si alguien quiere hacerle daño a otra persona y esa persona decide defenderse no tendría por qué sentir culpa, sólo se está protegiendo a sí mismo, claro, si el acto de defensa fue proporcional a la intención de daño de la otra parte. Por otro lado, alguien fuese una persona que disfruta haciendo daño creo que tampoco llegaría a sentir culpa por el simple hecho de que si la sintiera no seguiría haciendo lo que hace, pero también es posible que el sentimiento de culpa sea el impulsor de esa persona para seguir haciendo lo que hace. Y es por eso que la moral en estas cuestiones resulta tan complicada: ¿Cuándo algo es moralmente correcto en su totalidad?

Si alguien ve una noticia que dice «Una persona asesinó a otra», es probable que en automático se victimice a la persona muerta y clasifique como la mala al asesino; sin embargo, puede que detrás de todo exista más que eso. ¿Y si lo hizo en defensa propia? ¿Y si quien resultó muerto era un asesino por diversión? Ahora, esa persona se lo pensaría dos veces antes de lamentar la muerte, quizá si dijeran eso su reacción no sería victimizarle sino decir algo como —¡Qué bueno, ha hecho bien! —.

La moral es voluble, eso es un hecho, pero lo que es más endeble es nuestro juicio sin suficiente información para hacerlo y por supuesto, muchas veces nuestra falta de imparcialidad.

Volviendo a la serie, lo que vuelve sumamente imperfecto e injusto a la vez al sistema Sybil es un juicio inapelable y generalizado, cada ser tiene motivaciones distintas para realizar ciertos actos, la línea entre lo «bueno» y lo «malo» no es tan marcada como aquí se plantea. Y no es que unos motivos sean más válidos o que los crímenes tengan que dejarse pasar por alto, es que la gravedad está sujeta a esas motivaciones y las condenas deberían sujetarse a esa gravedad, no a un simple número que afecta no sólo a los criminales reales sino a las personas muy susceptibles a alterarse por situaciones de estrés.

¿Serias capaz de juzgar de la misma forma a un asesino serial que a una persona que asesino para defenderse? ¿O a una persona que se alteró sólo por presenciar el asesinato?

Para finalizar…

Es un anime que vale la pena ver, tiene personajes muy buenos y sus desarrollos son interesantes. Su forma de presentar a la justicia y sus defectos me ha parecido fascinante porque hay muchos aspectos que indagar.

Un personaje que también me agrado mucho es Nobuchika Ginoza, aunque al principio es un poco fatigoso tiene un gran crecimiento y logra hacer las paces consigo mismo.

Totalmente recomendable, me ha gustado mucho, tanto que es el texto más largo que he escrito para la revista hasta ahora.y

Sofía Cervantes

Sofía Cervantes

Redactora

Mi nombre es Sofía. Soy una persona apasionada por los video-juegos, las series y la literatura. En mis tiempos libres disfruto de encontrar joyas ocultas entre los video-juegos indie.

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