contacto@katabasisrevista.com

Ilustración: Yessenia Rodríguez

Tomás Emilio Sánchez Valdés

«La mujer que yo quiero»

Si a alguien culpo por acercarme a la poesía de niño es a este hombre, a Serrat; como es sabido por muchos, difundió la poesía de autores como Hernández y Machado, a tal punto de dedicar discos o giras musicalizando sus obras y gracias a ello es que también él alcanzó su fama.

Podría alargar ampliamente este artículo analizando la métrica y la poesía de estos dos grandes hitos de la poesía española, sin embargo, no tendría propósito, pues sobran los que lo han hecho y que lo han hecho mucho mejor de lo que yo puedo hacerlo hoy a las apuradas y con mi dolor de espalda.

Este artículo (y posiblemente su continuación) planean analizar mínimamente la métrica y las rimas de las canciones escritas por Serrat. Sobre su calidad, queda comprometido al lector, porque la verdad no me interesa dedicarme a la crítica, aunque particularmente me gustan mucho sus canciones.

Recemos para que no nos caiga el copyright y vuele todo a la mierda porque no me acuerdo el número ISBNLGBT+ editorial del libro de Serrat «Mediterráneo» del que saqué la canción a analizar «La mujer que yo quiero». (No profundizaré en cómo se separan las sílabas fonéticas, eso puede ser que lo haga en un futuro artículo, pero piénsenlo brutamente así, si pueden unir cantando a dos o más sílabas por contener vocales todas esas que junten darán una única sílaba fonética, del mismo modo si la última palabra es aguda se agrega una sílaba fonética al verso, si es grave queda igual y si es esdrújula se resta. Los silencios en la poesía son más importantes de lo que parecen.).

Lo primero que quiero destacar es su ritmo, no necesariamente se repite de manera perfecta (aunque eso no pasa jamás de los jamáses, y tampoco que se repita garantiza que suene lindo) , pero el patrón que marca un ritmo ideal para esta canción están dados por las sílabas fonéticas seis y once (en el once sería raro que no se cumpliese debido a la métrica de doce sílabas), esto se cumple en casi todos los versos de arte mayor de esta canción, los cuales resalto en la letra (los versos de arte mayor son los versos que son larguitos, más específicamente los que tienen más de ocho sílabas fonéticas). Otro factor determinante es el verso dodecasílabo; este fue y es utilizado en la música y Serrat lo domina perfectamente; dos ejemplos muy conocidos de este tipo de verso son Violeta Parra y Daddy Yankee.

Gracias a la vida que me ha dado tanto 12

Me ha dado la marcha de mis pies cansados 12

Con ellos anduve ciudades y charcos, 12

Playas y desiertos montañas y llanos 12

Y la casa tuya, tu calle y tu patio. 12

Violeta Parra – Gracias a la vida

Sin tí mi camino se desaparece 12

sin tí las espinas son las que florecen 12

sin tí yo no vivo 6

Llamado de Emergencia (feat Belinda), Daddy Yankee.

Por último; algo que diferencia a Serrat es la rima, por ejemplo, Parra usa en especial rimas asonantes, mientras que Serrat usa rimas consonantes (Eso búsquenlo en Google, es una pavada, no lo voy a explicar.). Para evidenciar esto agregaré una letra a cada rima consonante dentro de la canción.

Comentario final: llama la atención como se da un equilibrio de ocho versos dodecasílabos seguidos de la interrupción de un verso de cinco sílabas, aunque comience con seis versos y luego termine con 3 versos. Entre los primeros seis del inicio y los dos pertenecientes a los tres últimos se da un equilibrio natural, mientras que el último verso incorpora una deliciosa disonancia para incitarte a volver a oírla. Ulalá Gourmet omelet do fromage.Je ne parlepa francés.

La mujer que yo quiero, no necesita 12 A

Bañarse cada noche en agua bendita 12 A

Tiene muchos defectos, dice mi madre 12 B

Y demasiados huesos, dice mi padre 12 B

Pero ella es más verdad que el pan y la tierra 12 C

Mi amor es un amor de antes de la guerra 12 C

Para saberlo 5 VERSO BLANCO (No rima con nada)

La mujer que yo quiero, no necesita 12 A

Deshojar cada noche una margarita 12 A

La mujer que yo quiero, es fruta jugosa 12 E

Prendida en mi alma como si cualquier cosa 12 E

Con ella quieren dármela mis amigos 12 F

Y se amargan la vida mis enemigos 12 F

Porque sin querer tú, te envuelve su arrullo 12 G

Y contra su calor, se pierde el orgullo 12 G

Y la vergüenza 5 VERSO BLANCO (No rima con nada)

La mujer que yo quiero, es fruta jugosa 12 E

Madurando feliz, dulce y vanidosa 12 E

La mujer que yo quiero, me ató a su yunta 12 I

Para sembrar la tierra de punta a punta 12 I

De un amor que nos habla con voz de sabio 12 J

Y tiene de mujer la piel y los labios 12 K (ENTRE ESTOS HAY UNA RIMA, AUNQUE NO ES CONSONANTE ÚNICAMENTE POR LA «S» FINAL EN LABIOS)

Son todos suyos mis compañeros de antes 12 (No se cumple el ritmo en 6) L

Mi perro, mi Scalextric y mis amantes 12 (No se cumple el ritmo en 6) L

¡Pobre Juanito! 5 VERSO BLANCO (No rima con nada)

La mujer que yo quiero, me ató a su yunta 12 N

Pero, por favor, no se lo digas nunca 12 N

Pero, por favor, no se lo digas nunca 12 N

Conclusión: Para los que no entienden ni papa de cuestiones referidas a las tratadas previamente, pueden tomar la siguiente conclusión y repetirla cuantas veces quieran: «La poesía de Serrat envuelve al lector u oyente junto con las palabras, embelesando con un ritmo definido y musical el corazón y alma del dichoso receptor de su obra. Vibrante y sensual (como tu mamá).»

Tomás Emilio Sánchez Valdés

Tomás Emilio Sánchez Valdés

Total Page Visits: 4690 - Today Page Visits: 2
Share This