Ilustrado por: Petra Berenice
Petra Berenice
Leer un libro de Toño Malpica es como lanzar una moneda al aire: uno no sabe si va a terminar asustado, llorando o riendo. Aunque lo más probable es pasar por todos los estados de ánimo durante el mismo libro. Y es que, aún cuando es posible que varias emociones le visiten a uno, sí existe una dualidad muy marcada en su obra, para muestra: “Abuelita, deja de flotar por el cuarto, que me pones nervioso” y “El juego del protagonista sin nombre”, sus dos libros presentados en la FIL de este año.
El primero, de la editorial SM, tiene la etiqueta 9+, por lo que resulta lógico asumir que se trata sólo de un libro para niños, no es hasta que uno lo hojea, que se entera de que es un recuerdo de todo lo que podemos llegar a hacer para tranquilizar (si es que podemos) a quienes ya se fueron. En él la muerte es un salto en donde terminas cayendo en el mismo sitio. Un cambio de perspectiva más que un cambio de plano que nos permite, en caso de elegir ponernos en los zapatos flotantes de la abuelita, seguir disfrutando de la vida. Es, en efecto, un libro para niños, disfrutable, sobre todo para aquellos con unos años de más.
Por otro lado: “El juego del protagonista sin nombre” nos muestra un lado muy diferente de Malpica, aquel que siente un placer secreto, y a veces no tan secreto, por ese humor oscuro que no falta en sus obras. El libro, publicado dentro de la colección Gran travesía de la editorial Océano y catalogado más bien como un libro de misterio policiaco, nos presenta un panorama completamente diferente al describir escenarios que pueden ser terriblemente más realistas, sin dejar de hacer referencia a otro autor que nunca dejó de querer llevarnos a la locura: Allan Poe.
En este libro, Vélez, el narrador, un sujeto poco popular y que bien puede recordarnos a nosotros mismos cuando estudiábamos la preparatoria, tendrá que abrirse paso entre una serie de misterios para descubrir la verdad tras el espantoso crimen contra una de sus excompañeras.
“Abuelita, deja de flotar por el cuarto, que me pones nervioso” y “El juego del protagonista sin nombre” representan a la perfección las dos caras de Toño Malpica, demostrando que sólo él puede transformar una pesquisa de novatos en una novela de misterio, cuya clasificación como juvenil podría ser cuestionada por algunos, y una historia sobre la muerte y el duelo en un libro infantil que engaña a varios con la etiqueta 9+.
No es fácil resumir la obra de Toño Malpica en un párrafo, porque es tan extensa y variada que casi cualquier cosa que se diga sobre ella no causará el impacto que causan los libros. Lo que sí se puede decir, es que es muy fácil sentirse identificado, no importa si uno es un niño, una señora o un nerd que disfruta de narraciones futuristas, las emociones que llegan con las historias son tan reales que te llevan a vivir las más diversas situaciones, de lo sobrenatural a lo fantástico, desde lo más inalcanzable de la ciencia ficción a lo más mundano de los sentimientos humanos. No importa la edad, siempre hay un libro de Toño Malpica para la ocasión.
Berenice Tapia
Ilustradora
Demasiado perezosa para pensar en algo decente. Me gusta dormir y mi sueño más grande es poder vivir de hacer monitos. Las dos cosas más importantes que me ha enseñado la vida, son:
1) Estudiar arquitectura no vuelve rica a la gente.
2) El mundo no se detiene nunca, ni aunque estés llorando hecha bolita porque borraste accidentalmente un capítulo de tu tesis.
