Ilustrado por: Paulo Cañón
Paulo A. Cañón Clavijo
La memoria es un animal complejo. Es imprevisible, caprichosa y, la mayor parte del tiempo, nos enseña que lo mejor es no confiar demasiado en lo que ella nos dice que ocurrió. Por siglos, ha sido la principal materia del oficio escritural. De ella surge casi todo lo que compone la ficción, y a ella regresa, en el lector, pues la reconstruye a su manera cuando se aventura con la página. Y si de memoria hablamos, el escritor que nos compete para este artículo no podría ser otro que el noruego Karl Ove Knausgård.
Su estilo maximalista y preciso ha acompañado a lectores de todo el mundo desde hace varios años, cuando la publicación su obra «Mi Lucha» reventó el panorama literario del mundo. Esta serie de novelas narra varias etapas de la vida del autor, haciendo un trabajo de arqueología personal e íntima. Cuenta los hechos de una forma casi poética, pero también sin piedad. No escatima en comentarios sobre las vidas íntimas de personas que lo rodearon ni sobre sí mismo, lo que le ha costado varios escándalos por demandas y, también, las rupturas con sus exparejas Tonje Aursland y Linda Boström Knausgård.
Su escritura podría calificarse como desbordada, por la forma en que aborda cada uno de los momentos que plasma en sus novelas: la muerte de su padre, sus crisis de salud mental, el declive de sus relaciones de pareja, la experiencia al tener hijos, y, sobre todo, la literatura y la escritura como deidades superiores, que todo lo contemplan y todo lo abarcan dentro de sí mismas.
Se le ha comparado con Marcel Proust, identificando un eje vital dentro de su narrativa, que busca trabajar las experiencias propias de manera intensa y minuciosa, para extrapolar de ellas lo esencial. Y la comparación ha hecho sentido, pues «Mi Lucha» ha resultado convirtiéndose en una de las mayores proezas literarias de los últimos años, no únicamente por todo lo que aborda, sino por la sensibilidad inmensa con que lo hace.
Lo de este novelista va más allá de la dicotomía entre ficción y no-ficción. Se trata de textos que pendulean entre uno y otro estado, sin permitirse una definición completa. Sería válido decir que son textos íntimos llevados al máximo nivel, donde la materia más pura, las experiencias vitales, se trabajan hasta el cansancio, cuando parecen estar a punto de no dar más, y entonces son capaces de convertirse en universales. Y esto, el poder hablar del ser humano en sí mismo, a partir de lo que a él le ha ocurrido como individuo, es quizá uno de los mayores méritos que tiene para que le sea concedido el Premio Nobel de Literatura.
Karl Ove Knausgård nació en Oslo el 6 de diciembre de 1968. Su trabajo en la autoficción ha sido innovador y reconocido en todo el mundo. Ha sido ganador de: el Premio de la Audiencia NRK P2 en 2009, el Premio Curzio Malaparte en 2015, el Premio Jerusalén de las letras en 2017 y el Premio Austriaco de Literatura Europea en 2017.
Le preguntamos a una inteligencia artificial (Google Bard) sobre la posible justificación del Nobel para Knausgård y nos dijo que se lo entregaría: «Por su ficción épica y personal, que explora las complejidades de la mente humana y la naturaleza de la realidad con una honestidad única e inquebrantable».
Algunos libros:
Serie Mi Lucha (2009 – 2011): La muerte del Padre, Un hombre enamorado, La isla de la Infancia, Bailando en la oscuridad, Tiene que llover, Fin.
Serie del Cuarteto de las estaciones (2015-2016): En Otoño, En Invierno, En Primavera, En Verano.
La estrella de la mañana (2020)
Karl Ove Knausgård en sus propias palabras:
«La escritura es un constante sentimiento de fracaso».
«Había muchas otras cosas que evitaba, pero en las que yo no pensaba entonces, ni tampoco veía, porque lo que una persona hace siempre eclipsa lo que no hace». – La muerte del Padre
«La literatura siempre ha estado emparentada con lo utópico, de modo que cuando lo utópico pierde su sentido, también lo pierde la literatura». – La muerte del Padre
«Nuestras vidas están escritas en nuestras caras y cuerpos, pero en un lenguaje tan desconocido que ni siquiera sabemos que se trata de un lenguaje». – En Otoño
«¿Qué tan desesperado tienes que estar para empezar a hacer flexiones de pecho para resolver tus problemas?». – Un hombre enamorado
«Así es la vida, ¿no? Cuando somos jóvenes pensamos que hay más por venir, que esto es sólo el comienzo, cuando en realidad es todo lo que hay, y lo que tenemos ahora, y en lo que apenas pensamos, pronto será lo único que tendremos». – La estrella de la mañana
Paulo Augusto Cañón Clavijo
Redactor
Colombiano, periodista y lector de tiempo completo. Escribo para encontrarme. Apasionado del fútbol, la música, los elefantes, las mandarinas y los asados.