Ilustrado por: Paulo Cañón
Ixkozauki Hermosillo
Hace un año nominaba a Anita Desai como candidata al Nobel de Literatura, de entre todo el complejo abanico de voces indias rescataba las dinámicas estructurales con las que Desai asimila y retrata las relaciones familiares y las adaptaciones culturales de sus personajes, sin embargo, este año me decanto por postular a Arundhati Roy. Una voz que no podría estar más lejos de la tradición de Woolf o de Rushdie.
En Roy encontramos que la descripción lo es todo. El espacio en que habitan sus obras son la construcción de su crítica. Sin caer en paisajes, los escenarios casi son un personaje en sí mismo. Para narrar Roy se permite detenerse en los detalles, experimentar con la voz y enaltecer las metáforas más elaboradas junto a una estructura en la que el tiempo poco o nada importa.
La multidimensionalidad de sus personajes consiste en cómo se desarrollan dentro del espacio, por ello las descripciones son tan vívidas en la obra de Roy. Pero el aspecto más contundente de la autora es su controvertida posición política y social. Es imposible esconder detrás de metáforas la crítica a las desigualdades sociales y las tensiones políticas referentes a las castas indias.
No es secreto que Arundhati Roy es una activista empoderada. Sus ensayos lo demuestran, su crítica al imperialismo, al capitalismo y a las injusticias sociales dan cuenta del poder de la palabra con la que la autora dirige la atención hacia donde las agencias de noticias dan la espalda.
Si algo nos puede devolver a la tradición literaria de su obra es el realismo mágico. No es en vano que haya sido comparada con Gabriel García Márquez. Si la tradición literaria hindú permanece en el imaginario colectivo, es Roy quien la transforma y la integra en la modernidad que describe.
Sin duda alguna Arundhati Roy es un nombre que hay que tener presente. Su generación nos brinda dignos candidatos al máximo galardón literario. Puedo poner en la mesa a sus contemporáneos: Salman Rushdie, Vikram Seth y, recordando, a Anita Desai.
Después de Tagore la literatura india está en buenas manos.
En un ejercicio de la imaginación donde le conceden el Nobel de Literatura 2023 a Arundhati Roy una inteligencia artificial supone que la justificación de la Academia al otorgarle el premio sería la siguiente: «Por su ficción poderosa y conmovedora, que explora el costo humano de la injusticia social y la destrucción ambiental con un profundo sentido de empatía y compasión».
Algunos libros:
El dios de las pequeñas cosas (1997)
El álgebra de la justicia infinita (2001)
El ministerio de la felicidad suprema (2017)
Mi corazón sedicioso (2019)
Arundhati Roy en sus palabras:
«Todos somos personajes de esta historia. El capitalismo no tiene un alma humana, y el dinero de las empresas no tiene nacionalidad».
«Incluso luego, en las trece noches que siguieron a aquella, instintivamente se aferraron a las pequeñas cosas. Las grandes cosas siempre quedaban dentro. Sabían que no tenían adónde ir. No tenían nada. Ningún futuro. Así que se aferraron a las pequeñas cosas».
«Nunca simplificar lo que es complicado o complicar lo que es simple. Respetar la fuerza, nunca el poder. Sobre todo, mirar. Para tratar de entender. Nunca desviar la vista. Y nunca, nunca, olvidar…»
«La muerte estaba por todas partes. La muerte lo era todo. Carrera. Deseo. Sueño. Poesía. Amor. La juventud misma. Morir se convirtió en otra forma de vida».
«¿Necesitamos armas para luchar en las guerras? ¿O necesitamos guerras para crear mercados para las armas?»
Fuentes:
https://www.youtube.com/watch?v=N3neHSe1qMQ&t=102s&ab_channel=Storytellers%27Studio
https://www.frasesypensamientos.com.ar/autor/arundhati-roy.html
Ixkozauki Hermosillo
Director de Edición
(Guadalajara, 1996)
Experto en garabatos, poeta, aventurero, ladrón de momentos, fotógrafo aficionado, músico en paro y cocinero de ocasión. Ganador del concurso Creadores literarios FIL Joven 2012 y coautor de la antología La voz de los pasos (Mano Armada, 2018).
Paulo Augusto Cañón Clavijo
Redactor
Colombiano, periodista y lector de tiempo completo. Escribo para encontrarme. Apasionado del fútbol, la música, los elefantes, las mandarinas y los asados.