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Ilustración: Berenice Tapia

Luis Benítez

hay niños que nacen ya sin cabeza

porque viene la guerra

hay gente intranquila pensando

que puede pasar algo grave

porque viene la guerra

una hippie demente aúlla hasta enronquecer

que hay un caballo de madera repleto de tropas de élite

a las puertas de europa y la hacen callar de un disparo

porque viene la guerra

la guerra con manos de gancho

y pies de alambre de púa;

con cabeza de mosca

y alas de murciélago;

la guerra que mira fijo

y es alta y larga como una cordillera

frente a tu horror liliputiense

se espera que de un momento a otro

Adolf Hitler abandone su escondite

se quite el disfraz y se arranque la máscara de goma

para hablarnos cara a cara por todas las cadenas nacionales

porque viene la guerra

hay parejitas apuradas por casarse

comprar la casa y el automóvil

pronto tener hijitos y muy pronto divorciarse

porque viene la guerra

la guerra que reza por la paz

mientras compra y vende acciones;

la guerra que se cree santa

y el último recurso tras las buenas intenciones

hay amas de casa que no consiguen

marihuana por ninguna parte

porque viene la guerra

en el museo Reina Sofía doblaron la guardia

en torno del Guernica

porque viene la guerra

en Roma se presentó un proyecto

para cubrir de tierra el coliseo del monte palatino

y el redondo y pequeño templo de Hércules

porque viene la guerra

hay un renovarse de esperanzas en los rascacielos

donde todos zumban entrando por las ventanas

y frotándose las patitas de alegría

porque viene la guerra

hay un resurgir del nazismo el fascismo y el vampirismo

porque viene la guerra

el honorable congreso de los Estados Unidos de Norteamérica

se reúne en sesión plenaria y permanente

y alguien escribe en su teléfono móvil

“esta noche tampoco me esperes para cenar Yenny

no hagas preguntas que no puedo contestar

te amo a ti y a los niños Yenny”

pone cara de John Huston y se alivia enviando su mensaje

“no hay dos sin tres”

“no hay dos sin tres”

“no hay dos sin tres”

repiten los que trabajan la huerta en los manicomios

y las enfermeras corren por las píldoras

un Mussolini descafeinado se despereza

en cada mujer y hombre de la tierra

porque viene la guerra

los círculos de estetas se preocupan y discuten

la amenaza de un reverdecimiento de la poesía social

porque viene la guerra

hay 20 millones de refugiados

expulsados para siempre de nuestra especie

porque viene la guerra

se promociona un milagroso medicamento

en todo el mundo

en previsión de las futuras epidemias

porque viene la guerra

y luego otro y otro y otro

el escritor mimado por la derecha francesa

predice en su último libro

que no habrá guerra y vende en una tarde

medio millón de ejemplares

porque viene la guerra

hay cuarentones y cincuentones

releyendo con nostalgia a Lenin y Nostradamus

porque viene la guerra

el ruido de las teclas de este ordenador

ya parece el tableteo de una metralleta

porque viene la guerra

en el Vaticano alguien enciende un cigarrillo

y sonríe mirando por la ventana

porque viene la guerra

se fueron hasta las nubes rozando las sandalias de dios

la harina el café el té y la heroína

porque viene la guerra

los académicos se reúnen en urgentes simposios

para discutir la posibilidad del surgimiento

de una literatura de posguerra y cuál será el marco teórico

adecuado si es que queda parado un ladrillo sobre otro

porque viene la guerra

y este poema no continúa ya en ninguna parte

porque viene la guerra

Autor

Luis Benítez

Luis Benítez

Nació en Buenos Aires en 1956. Sus 36 libros han sido publicados en Argentina, Chile, España, Estados Unidos, Francia, Inglaterra, Italia, México, Rumania, Suecia, Venezuela y Uruguay. Último poemario publicado: “The afternoon of the elephant and other poems” (traducción de B. Allocati / George Franklin, Katakana Editores, Miami, EE.UU., 2020).

Ilustradora

Berenice Tapia

Berenice Tapia

Ilustradora

Demasiado perezosa para pensar en algo decente. Me gusta dormir y mi sueño más grande es poder vivir de hacer monitos. Las dos cosas más importantes que me ha enseñado la vida, son:
1) Estudiar arquitectura no vuelve rica a la gente.
2) El mundo no se detiene nunca, ni aunque estés llorando hecha bolita porque borraste accidentalmente un capítulo de tu tesis.

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