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Ilustración: Xchel Suárez

Krizia Tovar Hernández

Por cierto, si aún te preguntas mientras das vuelta a una página de mi libro favorito o cuando la última luz del arrebol titila y el negro de la noche la aplasta; si aún la respuesta quieres saber… sí, conservo el cuaderno color turquesa con los planes hoy sin futuro aún escritos.

Desde enero somos páginas rasgadas, lágrimas dañando el papel que borran una historia, esas tardes cuando fuimos niños mirando el azul del cielo de un triste verano.

El hielo se empotra en mi mirada cuando te encuentro en el laberinto, veo cómo te alejas corriendo con ese brillo apagado de tus pupilas, dos ríos pierden su cauce en ti pero tú jamás comprenderás porqué mi arco apunta hacia tu pecho, ¿o quizá me equivoco? Y quisiera no hacerlo, pero los demonios están a mi alrededor, ahora combates junto a ellos, vendiste nuestro imperio, lo dejaste arder en las llamas de Nerón y me has abandonado a mitad de una guerra. Por favor, cuando el reloj ya no camine más no llores la hora de mi muerte.

Esta arquera loca ataca sin cesar todo aquello que cruza por su camino, tú mejor que mi madre entendías mis razones. Mi corazón yace a mil pies bajo tierra y hoy sólo descubro una lápida con su nombre. Tú me desterraste de tu imperio sin piedad, me adjudicaste el título de traidora y abriste paso a mis enemigos…prestaste oídos a sus voces sin réplica para la mía.

Mis flechas envueltas por una manta de fuego te recuerdan que soy la peor amiga que ha tomado tu mano, me gritaste tus rencores a la cara, no culpo a tu odio, conozco esa herida que he tatuado, no pude hacer algo más por tu bien que sólo desaparecer entre las sombras.

Luego del hundimiento de palacios, coliseos y calles causado por esta traidora a tus tierras, el magno imperio de Augusto, luego de ser hermanos a enemigos, si alguna vez te lo preguntas, detrás de mi arco todavía quiero abrazarte, el amor sobrevive bajo la tempestad pero la guerra no ha finalizado. Adoras a los demonios a pesar de que a tu espalda planean otro asesinato, nada aprendiste de Julio, pero no te preocupes por mí, entiendo cuál es mi papel impuesto.

Si tienes más preguntas, aún guardo tus secretos, protejo con todas mis armas tus tesoros…

Si aún te lo preguntas me duele tu abandono, pero soy incapaz de odiarte, aunque mi arco apunte hacia ti en cada pelea, me repetiste mil veces las decepciones que te apuñalé, tú me diste el tiro de gracia como aquel cuervo herido por tu flecha… para ti fue sólo un sacrificio.

Y lo peor aparece cada vez que me miras en el campo de batalla, piensas que estoy loca, y espero, cada vez que mires a tu arquera, recuerdes los planes sin futuro escritos en un cuaderno color turquesa, en una cruel promesa sin cumplir, en un imperio roto y porqué nunca termino de soltar la flecha.

Krizia Tovar Hernández

Krizia Tovar Hernández

Krizia Fabiola Tovar Hernández (Estado de México, 1996) ha publicado en las revistas Reflexiones Alternas, Poetómanos y El templo de las mil puertas. Actualmente estudia el último año de la licenciatura en Ciencias Humanas en el Centro Universitario de Integración Humanística.
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