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Ignacio Destéfani

¿Qué es color?… Rojo; una respuesta rápida, infantil…

Reconfigurando… ¿Qué es color?… Lo que colorea las cosas quizás se asemeje más a una respuesta, ¿pero no sería como responder que la sal tiene un gusto salado?… Reconfigurando… ¿Qué es el color? A esto responderé con otra pregunta, tan o más absurada (inocua, inútil) que la ya mencionadas; si la sal en sí, tiene un gusto salado, podríamos pensar (exponer si se tienen las agallas) que esto se debe a que tenemos sal en su estado puro, único, inmaculado (virginal, como el blanco del vestido de novia), aquí poned la incógnita. ¿qué encontramos fuera de ésta, o mejor aún (connotación positiva), qué resulta dentro del rango de un algo non salado con respecto del un algo (el mismo algo para evitar confusiones) salado? A modo de ejemplo podría graficarse de la siguiente forma:

Notable diferencia si se tiene en cuenta la figura 2:

Más reveladora aún resulta la figura 3:

Quien se encuentre ignorante en el asunto, podría llegar a refutar que no existe tamaña diferencia entre las figuras 2 y 3…

¡Loado sea el Señor de las alturas y de muerte lenta a quien ose arrojar la primera piedra!

El lector avezado frente a este juego sintaxemántico (¿semanticoxistancioso?) con total seguridad ha de preveer la siguiente conclusión. Respondiendo en medida se plantearon la incognitas (x, y, c). Siendo incognita X = Fig. 1, exponemos lo siguiente, nos encontramo* con un rango indefinido (que a su vez es lo mimo que nada) del objeto, con variable en el aumento o descenso, respectivamente, de la cantidad de sal depositado en este, en otras palabras una variable del mismo objeto más o menos salado. Pero no podríamos nunca en ningun rango del espectro hayar sal en estado puro, su esencia, lo salado. Con esto podríamos dar por entadas la incognitas Y (Fig. 2) y C (Fig. 3), pero correríamos el riesgo de dar paso a una brecha en la sapiencia del lector, en caso que no posea un firme bagaje en cuanto al tema en cuestión.

Reconfigurando…

Obervemos nuevamente las figuras 2 y 3, respectivamente…

Ahora adjuntamos una variable de las figuras 2 y 3:

Aqui es más imple (a la vez que más abstracto) comprender el juego-trampa (el tramperuejgo, la juegroatmpa) ya expuesto con la sal y lo salado.

Reconfigurando…

                                     Recalculando…

                                                                       ¿Entonces qué es el color?…

¿Un percepto?…

                                ¿Un hecho?…

                                                         ¿Una resultante?…

                                                                                                 ¿Una subjetividad?…

                                                                                                                                             ¿Un acto físico?…

                                                                                                                                                                                ¿Un milagro?…

Recalculando…

Casi concluyendo, podemos encontrarnos frente a un objeto tanto como uno non salado, pero jamás encontrarnos cara a cara con lo salado…

Recalculando la conclusión… Podemos tocar la sal, tanto como encontrarnos de frente con ella (objeto), mas lo salado existe en tanto haya quien esté dispuesto a catalogar lo que es y no es salado…

Reconfigurando…

Concluimos, lo salado no solo existe en tanto haya quien lo catalogue, si no, más bien lo salado existe en tanto haya quien lo perciba, en primera instancia, que podría dar lugar, o no, a una futura revision y categorización del objeto.


Ilustraciones: Yessenia Rodríguez e Ignacio Destéfani

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