The Last Of Us: ¿otro juego de zombis?

Lil Peps

Plataformas disponibles: Play Station 3 y Play Station 4.

La temática zombi ya la hemos visto: existieron obras de arte que nos indicaron el camino a seguir, tal cual lo fue “Resident Evil 2”. Pero no solo hemos visto zombis en videojuegos, los hemos visto en la cinematografía con “The Walking Dead”, en libros como Guerra Mundial Z y hasta cantada por Dolores O’Riordan, vocalista de “The Cranberries”. Los zombis son cosa de todos los días en una industria tan saturada donde parece que se ha perdido la voz de la creatividad. Los tenemos hasta en la saga “Call Of Duty”: es algo que se ha vinculado casi a la fuerza en la cultura popular. ¿No me crees? El último exclusivo AAA de Sony en la Play Station 4 se llama “Days Gone”.

Haciéndonos cada vez más rígidos y aceptando que los zombis son un “cliché”, ¿estamos aceptando inconscientemente que la humanidad es tan descuidada como para provocar un apocalipsis y, por eso, damos por hecho que los zombis son parte de nuestra vida cotidiana? ¿Son acaso los zombis el reggaetón de los videojuegos?

Pero, para sorpresa de muchos, este juego se sitúa en un mundo “post apocalíptico”. ¡Otro cliché post modernista! Y aunque todos los puzles son: mover cajas, mover escaleras y mover tablas, este juego es el mejor en lo que hace porque ha sabido usar el silencio para contarte audiovisualmente el mensaje, al igual que lo hacían títulos como “Silent Hill”, combinando momentos donde observas paisajes bellísimos y lúgubres que no paraban de recordarme a “Breath Of The Wild” para después estar a punto de correr por tu vida en una lucha por la supervivencia. Y es ese realismo épico lo que hace que se salga de los parámetros ya establecidos. No solo rompiendo el cliché sino creando un propio camino a seguir: si quieres pararte a construir una bomba de humo o un kit médico el juego no se detiene, el ritmo es constante y ver cómo logra mantener la tensión en el jugador, a pesar de que el mapeado es enorme, es digno de merecer todo el mérito posible, porque ya. En “Resident Evil 2 Remake” experimentas el “survival and horror”, pero los pasillos suelen ser estrechos, lo cual te hace sentir acorralado y el tipo de terror que causa es claustrofóbico. Pero ver cómo logra la misma sensación terrorífica sin necesidad de achicar el mapa parece indicarnos una nueva manera de experimentar un videojuego.

¿Se deberá acaso a la brutal banda sonora de la mano de Gustavo Santaolalla? ¿O es simplemente el hecho de que cada bala que disparas te hace sentir que matas? Aquí las balas no rebotan, se introducen en la carne enemiga mientras estás tratando de sobrevivir, sin contar que hay un tipo de enemigo que puede matarte de un solo golpe, lo cual muchas veces te hace escapar por otras rutas disponibles o decidirte por un combate sigiloso al más puro estilo “Metal Gear Solid”. Con esto, el tema de la dificultad juega un papel importantísimo, no solo para no romper la tensión, sino para que todo lo demás funcione.

Porque después de jugar esto, no volví a ver los videojuegos igual. No te transmite terror al llevarte la experiencia completa de principio a fin, es más bien un sentimiento contigo mismo que te jode.

A penas terminé de jugar esto y quedé perturbado, y el último videojuego que había causado eso fue “Silent Hill Shattered Memories”. “The Last of Us” no teme mostrar sus influencias cinematográficas y simplemente existe sin tratar pretenciosamente de que lo veas como la siguiente revolución del videojuego. Y aunque está cargado de “Quick Time Events” no rompe nunca la narrativa ni la experiencia cinematográfica. Lo siento, querido lector, si esperabas un análisis “objetivo” de “The Last of Us”, pero preferí hablar de lo que significa para mí antes de lo que puede significarle a cualquiera.

¿Merece la pena? Estamos a pocos meses de la salida de la secuela de este gran título y puedo decirte que ha sido de lo mejor que he jugado.

Nota final: 90/100