Eréndira Cuevas
Durante mucho tiempo, se nos ha dicho que los buenos escritores suelen ser metódicos y tienen por costumbre dejarse horas frente a una máquina de escribir o un monitor, consagrando casi cada minuto de su vida a la creación literaria.
Pero, a veces, surgen creadores capaces de desmentir esta imagen recurrente y de demostrarnos que, cuando la genialidad está presente, basta robarle un par de minutos al día para dar vida a ficciones capaces de sorprender gratamente a quien se tope con ellas.
Alice Munro ha conseguido esto último: mientras ejercía las labores de cualquier ama de casa y madre, logró aprovechar cada instante, para escribir furtivamente cuentos que le han valido comparaciones con genios de las letras de la talla de Chéjov.
Cuando hablamos de volúmenes de cuentos, pocas veces uno tiene la fortuna de encontrarse con un título en el que cada uno de los relatos sea consistente, en la manera en que dirige la emoción del lector.
Pero con Demasiada felicidad la canadiense demuestra plenamente que la decisión de otorgarle el Premio Nobel en 2013 estuvo totalmente justificada. Porque no sólo se trata de cuentos perfectamente construidos sino que, en pocas páginas, logra establecer un perfil muy completo de cada uno de sus personajes.
Munro no necesita cientos de páginas para presentarnos las historias y motivos de sus personajes; ha desarrollado la habilidad de permitirnos conocer a personajes con motivos y psicologías complejas, limitándose a contarnos un momento concreto de la vida de esos seres que habitan sus cuentos.
Los relatos contenidos en este volumen están protagonizados casi exclusivamente por mujeres, pero no por ello sus tramas se vuelven reconocibles ni mucho menos cae en el lugar común: por el contrario, cada una de ellas posee una voz propia que permitirá al lector adentrarse en la particularidad de cada una de sus realidades.
Pero no solo esto resulta agradable a la lectura… Además, en la mayoría de estos cuentos existe un giro de tuerca que hace que todo lo que el lector pudiera haber previsto se derrumbe y aparezcan finales inesperados o facetas imprevistas de los protagonistas.
Por esto es difícil hablar de alguna trama en concreto, pues hacerlo resultaría casi de manera irremediable en terminar descubriendo esos giros que toman por sorpresa a quien llegue a estas páginas.