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Ilustración: Itzel Suárez

Alejandro Zaga

Sebastián Lazos Morán en su constante búsqueda por una estética característica ha incluido facciones y gestos estáticos, usualmente interrogando al espectador, y estos son rodeados por elementos de una clase que a primera vista todos comprendemos que refieren a las ciencias duras, pero que no cualquiera puede explicar con soltura, a ello se une una brillante paleta que, fuertemente influenciada por el surrealismo, coloca a los personajes de sus pinturas en un tiempo espacio inexistente o fuera de este plano en que; sin embargo, conviven reglas similares en las ciencias.

Se trata un joven artista visual que ha logrado exposiciones tanto colectivas como individuales. Ha cultivado una corriente que denomina «ciencismo», la cual propone, mediante su estética, no solo incluir cada vez más elementos gráficos casi siempre relegados al campo de las ciencias duras, sino eliminar la aparente barrera que el pensamiento colectivo ha colocado entre la ciencia y el arte.

Actualmente está trabajando en el proyecto de un mural para un edificio de la UNAM, específicamente el de la división de investigación sobre nuevos materiales, a la cual fue invitado hace poco, posiblemente por la tendencia de su obra.

Muchas preguntas siguen surgiendo en mí a medida que repaso su obra y para allanarlas, esta tarde me encontraré con él, elucubrando en este universo o universos que se encarga de crear y expandir día a día.

Alejandro Zaga (AZ): ¿Cuál es la motivación primigenia de la creación artística en tu caso?, ¿de dónde surge el ansia de crear?

Sebastián Lazos (SL): En mi caso es plasmar los cambios históricos, aspectos sociales que suceden en el país y el mundo. De hecho estamos viviendo una época muy desarrollada que necesita una reflexión y, ¿qué mejor reflexión que la del arte? El arte puede ser muchas cosas: una herramienta, propaganda, expresión. Entonces, considero que en este momento el arte es una especie de mediador, de ahí surge esa necesidad de crear.

AZ: ¿Cómo definirías el discurso que propugnas con tu obra?

SL: Precisamente el ciencismo es defender la cultura, uno de sus objetivos es hacer una reflexión sobre la importancia de un presupuesto digno a la cultura y a la ciencia y sobre todo, reforzar el pensamiento de que la cultura y el arte son elementos necesarios en esta época. El arte es una herramienta, pero en una parte del discurso hago mucho énfasis en la ciencia y la tecnología, pues juegan un papel crucial en el desarrollo de la política, en aspectos económicos y están involucrados fundamentalmente en la vida cotidiana. Lo científico se involucra con la medicina, la aviación, etcétera. Es necesario abordarlo en ésta época con el desarrollo constante, así como es necesario que el arte se sume al debate científico y tecnológico contemporáneo. De esa manera se invita también a la participación del espectador, puesto que ya no debe ser solamente espectador, se tiene que pensar y actuar. La gente debe intervenir y no solo observar.

AZ: ¿Este discurso ha cambiado con el tiempo?

SL: Sí. De hecho, cuando comencé a pintar, cuando tenía quince años, empecé pintando surrealismo, pero lo dejé precisamente porque, como sabemos, las vanguardias o movimientos artísticos nacen dentro de un contexto. El surrealismo nace con la segunda guerra mundial, con el psicoanálisis y circunstancias específicas de entonces, pero las situaciones no son ya las mismas, es un contexto diferente al cual, desde mi perspectiva, ya no responde. Entonces hubo una transición, un proceso que conllevó investigación y reflexión, observación del ámbito científico y llegué a la conclusión de que hacía falta un pensamiento que se adapte, que sea ad hoc a este contexto nuestro, tan alejado social y económicamente del de los setenta y ochenta.

AZ: Consideras que el ciencismo es un paso adelante y que corresponde a nuestra época ¿hay algo que no quepa en el ciencismo? Es decir, ¿hay algún elemento o personaje (real o ficticio) que siempre hayas querido incluir en tu obra pero que no has terminado de atreverte a hacerlo?

SL: Quizás lo que no cabe son las posiciones fanáticas y lo ultra. Estamos en una época en la que hay muchos movimientos ultra y creo que eso no cabe dentro del ciencismo, lo que se necesita es un pensamiento objetivo, racional y sobre todo reflexivo.

AZ: Estamos enterados de que tienes un proyecto de un mural en un edificio de la UNAM ¿Cómo surge este proyecto?, ¿en qué fase se encuentra?

Es un mural para el Instituto de Investigaciones de Materiales. El tema es precisamente qué es lo que hace el Instituto, es decir, cuáles son sus investigaciones. Empezamos a trabajar desde marzo, cuando me invitaron a participar y yo estuve muy contento de que me invitaran. Es muy interesante porque ha sido un tema que me ha desafiado mucho, porque si te preguntan «¿Qué es un material?» responderías que la madera o el metal, pero cuando vas a la definición no encuentras una concreta, hay un sinfín de definiciones. De hecho, en el proceso del boceto para el mural me entrevisté con científicos, investigadores, y la primera pregunta que les hice era esa, qué es un material, pero no podían contestar, por más chistoso que parezca. Y es que el concepto «material» abarca muchos campos, en la medicina pueden crear piel sintética, por ejemplo, en cultivos biológicos en cajas de Petri; también hay materiales que se adaptan en procesos de biomímesis, copian patrones de la naturaleza para actualizarse; ahora se puede crear concreto que absorba agua; hay gente que rechaza los materiales de que están hechos los clavos para las fracturas…

Para el mural llevo dos bocetos y ambos han sido muy interesantes en su proceso, pues ha sido un reto el cómo adaptar el tema de los materiales. Van a ser aproximadamente seis metros de largo por dos de alto, es decir, voy a necesitar un edificio completo para hablar de los materiales, porque es súper extenso este tema.

Ahora nos encontramos en un proceso de recaudación de fondos debido a que el Instituto no cuenta con el presupuesto adecuado, es esa la fase en que estamos.

AZ: Me comentabas en otro momento que el mural será desmontable para permitir que no se trate de una obra definitiva en el edificio y en favor de que, además, sea transportable

Sí, de hecho, el mural se hará aproximadamente en seis lienzos y el objetivo es que sea desmontable, intentando que sea diferente. Imagínense un mural que se puede desmontar y puedes apreciarlo en diferentes lados. Esa es una idea que tenemos el Instituto y yo, que el mural se vaya de gira dentro de la UNAM para que otros campus lo puedan observar. Y otro punto, más bien personal, es el que ante los efectos de la naturaleza, como la humedad, cuando se trata de piezas fijas tienen que quitar literalmente toda la obra, desmontarla para hacerle una restauración. Quedé con la idea del terremoto de hace dos años: ciertas obras, que eran murales, resultaron afectadas. Precisamente es para evitar ese tipo de cosas, así, si el edificio se daña, la obra se desmonta y es fácil llevarla a un lugar seguro. La obra persiste y aparte el mural pasaría a ser parte del patrimonio de la UNAM

AZ: ¿Cuál consideras que es el rumbo que han de tomar las artes visuales (y el resto) a nivel nacional, latinoamericano y mundial?

SL: Buscaría que sean más críticas, más objetivas. El arte, desde mi punto de vista, se está volviendo una especie de entretenimiento, un arte muy desechable. Se hace, se ve y se desecha; se compra y se desecha ¿y cuándo volveremos a acordarnos de esas obras? Nunca, porque nada más tuvieron ese objetivo.

AZ: ¿Consideras que tu generación tiene un discurso fuerte, ya sea grupal o individual?

SL: Sinceramente no, creo que mi generación no tiene un discurso fuerte. Quizás hay artistas que como venden y como tienen una reputación económica en su obra son quienes destacan, pero una propuesta o discurso fuertes, como tal, no. Me atrevo a decirlo.

AZ: Por supuesto que en el medio conoces mucha gente del gremio, al respecto ¿crees que hay nombres imprescindibles en tu generación?

SL: No, de hecho es muy raro que se escuchen nombres. Sobre que alguien llegue a destacar, yo espero que sí. Espero que alguien destaque, que logre cambiar o hacer una reflexión, pero sin ser tan individualistas, estamos llegando a un nivel de individualismo competitivo terrible, que más bien debería ser apoyo, lo digo porque el arte si te lo quedas tú, no sirve de nada. Como herramienta de comunicación se tiene que compartir.

AZ: ¿En tu carrera has sufrido algún tipo de censura?

SL: Hay una pintura que me retiraron del Museo de la Luz cuando expuse ahí porque, al parecer, iba a ser muy controversial. Yo no encontré tema controversial en ella, pero así lo decidieron y la retiraron. También ofrecí una exposición a un museo que tiene la línea de divulgación científica, pero me rechazaron cinco veces, alegando que la ciencia y el arte no tienen nada qué ver. El propio Museo de la Luz también me rechazó, porque cambiará de sede, se mudará a Yucatán, pero desde entonces ha habido como cinco exposiciones más.

AZ: Para terminar, una pregunta obligada: ¿Consideras a la literatura como influyente en tu obra de alguna manera?

SL: Sí, por supuesto que sí. De hecho me gusta mucho Isaac Asimov, tiene un cuento que me gusta mucho, se llama Sufragio Universal que habla de las elecciones, en donde ponen a un sujeto que va a decidir por todos y una máquina, de acuerdo a sus gustos recopila la información y es quien escoge el presidente. Si se dan cuenta ya pasó, Twitter fue lo que definió a Trump. Por eso digo que la tecnología está jugando un papel muy importante, a veces la ciencia ficción se va a quedar muy chiquita al lado de la realidad.

Sí, la literatura tiene un papel muy importante, tan solo la divulgación de la ciencia es literatura, entonces decir que la literatura está apartada, pues no. De hecho el ciencismo no se cierra a nada, es literatura, es música, es fotografía. Mientras más se pueda conocer, mientras más información y conocimiento se tenga es mejor para poder desarrollar la obra y va a haber más experimentación, con grabado, con escultura, pero bueno, ya iremos poco a poco.

Sebastián se retira a continuar con su trabajo y nosotros esperamos con ansias ver su próximo mural.

Alejandro Zaga

Alejandro Zaga

Director Jurídico

Nacido en 1995 en Distrito Federal (hoy CDMX). Estudió teatro y la licenciatura de Estudios Latinoamericanos, en la UNAM. Ambas truncas. Permanente estudiante/escrutiñador de la comedia, pues la risa es la prioridad. La ironía lo llevó a inscribirse en Derecho, también en la UNAM.

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