Meditación Madre: un viaje sonoro e íntimo por la maternidad en plural

Gabriela Alfred

Creo que es importante explorar territorios nuevos, acomodarse en la incomodidad de lo extraño, aprender a ser vulnerable comenzando con cosas pequeñas. Hablo de nimiedades, como tomar un camino ligeramente distinto para ir al trabajo, leer una biografía o escuchar un audiolibro. Son mis pequeños desafíos diarios, nada estrambótico, simplemente el tipo de cosas que solo yo me doy cuenta de que estoy haciendo diferente.

Por eso, hoy quiero hacer una recomendación literaria sobre un audiolibro, pero bueno, si lo suyo no es eso, también lo pueden leer de forma convencional.

Empecé con esto de los audiolibros, por segunda vez, ahora con más suerte o contexto (porque antes ya lo había probado y no me pude enganchar), al punto de escuchar dos libros en dos semanas que, a falta de otra palabra para describir(me), me hicieron feliz. Ahora solo quiero hablar del primero, que se llama “Meditación Madre” y es de Ana Montes. El audiolibro está leído por ella misma y se conforma de una serie de relatos que rondan sobre el tema de la maternidad, LA MATERNIDAD, con sus infinitas implicancias y sus innumerables formas.

Ana Montes es una escritora joven y argentina y también es artista plástica. Me gustó mucho el abordaje de sus relatos porque expanden el mundo de la maternidad, nunca hacia los polos de buena o mala, que en realidad son ficciones, sino hacia confines más humanos. Está la madre que ama con muchos altibajos, pero que ama; la madre de perros (y gatos), la madre que no llegó a maternar, la madre enajenada en su maternidad, la madre óvulo y la madre gestante; estos son algunos de los retratos maternos que nos presenta Ana Montes.

Creo que el hilo conductor de la maternidad es el amor, que también puede adquirir infinitas formas, y eso lo deja claro el libro cuando en su último relato nos narra que la meditación madre es un «ejercicio budista que consiste en encontrar un momento en el que tu madre realmente te amó sin reservas y enfocarse en ese momento para aplicarlo a toda la gente, para darle tu amor sin reservas al mundo con si fueras su madre».

Pero ­-esta es mi teoría- una de las formas que adquiere el amor, y también la maternidad, es el caos. Y está ahí, en los relatos de Ana Montes, y me pongo a pensar también la peculiar forma de amor que se da entre las madres y las hijas, que es más interesante en cuanto es menos abnegada. Ese es el primer relato con el que inicia Ana Montes, el que cuenta la relación de una hija con su madre, y con el que termina también, el que muestra cómo la opinión de una madre puede marcar para siempre la vida de una hija y la injerencia materna en la psiquis de la hija/mujer.

Hay una escena icónica (para mí) en la película “Lady Bird” en donde la madre de Lady Bird le dice en una tienda, mientras compran ropa, que ella quiere que su hija «sea la mejor versión de sí misma», ante lo que la chica replica «¿Qué pasa si esta es la mejor versión de mí misma?». Y la madre no dice nada más. A veces el amor también duele, también es afilado y corta. También la maternidad es un camino de espinas y rosas.

Creo que son cosas que Ana Montes trata en esta serie de relatos y, aunque haya muchas posibilidades de que mi interpretación de ellos no sea ni cercanamente acertada según lo que la autora plantea, yo veo hilos conductores para reflexionar sobre todas estas bipolaridades, todas estas polisemias, toda esta entropía creada por amores atómicos, los amores de madre.

El hecho de que, además, sean leídos en voz de su autora me hizo sentir cercana a estos temas materno-existencialistas. Algo que descubrí con esta segunda intentona de escuchar audiolibros es que el sentido del oído exige menos esfuerzo que el de la vista, lo cual deja un mayor espacio a la divagación, también puede ser como cuando tu madre te leía cuentos antes de que aprendieras a leer y por eso también se siente más personal.

Quizá la próxima vez les pueda hablar del otro libro que estuve escuchando y lo mucho que me reí, un libro casi opuesto a este del que les hablo hoy.