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Ilustrado por: Berenice Tapia

Adrián Fuentes

 

A Fran

 

El camino que nos ha llevado hasta este punto a lo largo de todas las entregas de este artículo ha sido arduo y repleto de definiciones y cambios de perspectivas. Durante todo este tiempo, hemos logrado, no sólo comprender la inmensa gama de probabilidades que la narrativa de la incertidumbre (o, como muchos teóricos la llaman, Ficción Especulativa) ha logrado aportar al arte, ya sea en sus manifestaciones literarias, como en las cinematográficas, gráficas, histriónicas o, incluso, musicales y performáticas; sino también identificar las falsas suposiciones que teníamos respecto a términos como Fantástico, Ciencia Ficción o Steampunk.

Y es que ha resultado fascinante descubrir juntos la línea genealógica en común que tienen las expresiones artísticas que hermanan a un público fan claramente identificable, y que se resumen en narrativa de la incertidumbre o Ficción Especulativa. Hemos podido rastrear la huella de su riqueza narrativa desde el nacimiento del mito y lo que de él alimenta a lo Fantástico (base del Terror) y sus subgéneros fronterizos, lo Extraño y lo Maravilloso y, de éste, sus descendientes, lo Maravilloso Hiperbólico, lo Maravilloso Exótico, lo Maravilloso Instrumental y lo Maravilloso Científico, también conocido como Ciencia Ficción, ya sea dura (aquella que prioriza las explicaciones seudo-científicas y a partir de ellas desarrolla el conflicto narrativo) o blanda (que enfoca su atención en el conflicto narrativo, ya sea a partir del desarrollo de los personajes o de la atmósfera social, y emplea las explicaciones seudo-científicas sólo para enmarcar al mismo) y lo que la diferencia de sus hermanas Exótica e Instrumental, así como la forma en la que este subgénero, combinado con el gusto por el Recreacionismo Histórico, alimentó la imaginación de otros espacios de incertidumbre propios de la Narrativa Ucrónica y, de ésta, lo que corresponde a la extraordinaria gama del Retrofuturismo, cuyo género pionero fue el pesimista Cyberpunk y del cual, su hermano menor, el optimista y jocoso Steampunk, resultó ser su principal detractor. Por último, observamos la manera en la que estos últimos detonaron el surgimiento de otros subgéneros retrofuturistas que exploran situaciones alternativas a lo largo de los acontecimientos históricos reales. Sin embargo, no podemos dar por concluida esta serie de artículos, sin mencionar un par de subramas genéricas que por alguna u otra razón, no forman parte absoluta del listado de Retrofuturismos que se expuso en nuestra entrega anterior, y que en esta ocasión, serán los géneros que darán el cierre a esta colección.

Debemos comenzar por aquellos planteamientos que pertenecen al Retrofuturismo Fantástico, que, como lo observamos en entregas anteriores, consiste en colocar una inspiración Retrofuturista, pero en un espacio y tiempo inventados, ajenos a la cronología real, a los que, además, se les puede añadir algún otro elemento perteneciente a lo Maravilloso; es decir, se plantea una forma de lo Maravilloso Exótico, con motivos retrofuturistas. Entre los elementos de esta ramificación, podemos encontrar los siguientes:

Raypunk o Raygun Gothic: consiste en exponer escenarios, tecnologías, seres o entornos, muy diferentes a la realidad terrestre. Explora el surrealismo espacial, los mundos paralelos, el arte alienígena, la psicodelia tecnológica , la “ciencia” de lo Maravilloso Instrumental aplicada al concepto espacial y la realidad distorsionada. Precede al atompunk con temas “cósmicos” similares, pero en tonos y temas distintos: es de un estilo que muchos consideran más arcaico, esquemático y artístico; y su atmósfera puede resultar más oscura, cursi, extraña, misteriosa o soñadora. Manifestaciones con el tono de «He-Man y los amos del Universo», «Star Trek» o algunas secuencias de «Star Wars», son el mejor ejemplo de este subgénero.

          ° Space Opera: Subgénero del Raypunk, pero que explora una trama épica con los parámetros de la narrativa heróica tradicional. «Star Wars» es el ejemplo más canónico de este subgénero.

          ° Space Western: Subgénero del Raypunk, pero que explora una narrativa Western. La primera temporada de «The Mandalorian» es un claro ejemplo de Space Western.

Elfpunk: Propone situaciones donde personajes, elementos y situaciones propias del folclor maravilloso heredado por las leyendas del norte de Europa, se ven combinados con escenarios modernos. Explora el choque entre este mundo mágico y un mundo moderno. Suele confundirse con el género:

          ° Fantasía Urbano: Género que también ahonda en la mezcla entre elementos del folclor mágico y la modernidad, con las diferencias de que éste no muestra una interacción con la tecnología y puede explorar más a detalle una adaptación y mimetización social más profundas.

Mythpunk: Similar al Elfpunk, a diferencia de que, en este caso, el elemento folclórico tiene una base mítica más establecida, pero que solamente funge como un detonante para criticar problemáticas de la sociedad actual.

Seapunk: Puede considerarse una variante del Elfpunk o el Mythpunk, pero que se dedica al folclor mágico marítimo.

Así mismo, existen subgéneros que, si bien no encuentran una época real como inspiración, sí observan algún elemento específico de alguna región del mundo para establecer un escenario punk, y lo adaptan a su narrativa particular, sin importar el lugar y el tiempo narrativo de su obra, donde la atmósfera de la región, permea en la historia a narrar. Tal es el caso de los siguientes ejemplos:

Silkpunk: Muestra el uso de la tecnología a partir de elementos propios de las antgüedad China y Japonesa, pero sin que necesariamente la narrativa suceda durante esas épocas.

Afropunk: Mismo ejemplo, pero con el caso de la tradición africana. «Blackpanther» es una de las historias más características de este ejemplo.

Dungeonpunk: En este caso, se exploran realidad a partir de motivos medievales.[1]

LATAMpunk: Es el mismo caso que los anteriores, pero a partir de la situación sociopolítica y cultural de Latinoamérica. A este subgénero, se le puede subdividir por naciones, con lo que se obtiene como resultado ejemplos como Mexicanpunk, Colombianpunk o Cubanpunk.

Cabe resaltar que, si bien cada región del mundo puede desarrollar una historia en este estilo, la calidad de las mismas radicará en que la inspiración regional no solamente funja como un pretexto para la ambientación o para malos chistes, sino que se perciba como un elemento más de la construcción de la historia para explicar la situación y el conflicto dramático, así como que se refleje de forma auténtica el espíritu de cada región, y no sea tan sólo utilizada como un oportunismo incluyentista o una ridiculización.[2]

Por último, debemos mencionar aquellos géneros que, en lugar de explorar otras alternativas retrofuturistas, exploran variaciones narrativas de los dos géneros principales, el Cyberpunk y el Steampunk.

Del Cyberpunk, podemos mencionar, entre otros, los siguientes:

Biopukn: Explora escenarios Cyberpunk, a partir de la experimentación biogenética.

Nanopunk: El mismo caso que el anterior, pero a partir de la nanotecnología.

Postcyberpunk: Similar al cyberpunk, pero que prescinde de la atmósfera distópica, caótica y decadente del cyberpunk. Sus conflictos radican en las problemáticas que la acelerada tecnología podría causar a una sociedad que, sin embargo, aún conserva un orden y una relativa normalidad. «Black Mirror» es un ejemplo perfecto del Postcyberpunk.

          ° Cyberprep: subgénero del Postcyberpunk, que establece una absoluta utopía futurista, donde el ocio que los avances tecnológicos aportan, impulsa a usar la tecnología para motivos mucho más superficiales.

Cyber Noir: Añade a la narrativa Cyberpunk una atmósfera Noir.

Gothpunk: Misma circunstancia que el anterior, pero con una atmósfera Gótica a la que se le pueden agregar monstruos y criaturas propias de la literatura gótica.

Por último, del lado del Steampunk de esta categoría, se pueden mencionar:

Steamgoth: Añade a la narrativa Steampunk una atmósfera Gótica.

          ° Gaslight Fantasy o Gaslamp Fantasy: Narrativas Steamgoth a las que se les incluye monstruos, fantasmas, criaturas y manifestaciones sobrenaturales.

Dark Steampunk: Añade a la narrativa Steampunk una atmósfera oscura, cercana al terror, pero sin ningún anclaje a alguna época o corriente. Solamente es una ambientación oscura y terrorífica exenta de referenciaciones.

          ° Dreadpunk: Narrativas Dark Steampunk a las que se les incluye monstruos, fantasmas, criaturas y manifestaciones sobrenaturales.

Cattlepunk: Ubica la temporalidad y temática del Steampunk clásico en el Viejo Oeste Norteamericano, con el que comparte cronología. En su mayoría, mezcla narrativas Western con aspectos Steampunk.

          ° Weird West: Narrativas Cattlepunk a las que se les incluye monstruos, fantasmas, criaturas y manifestaciones sobrenaturales.

Existen otras subramificaciones y géneros que exploran la temática «punk», pero que están ya muy alejados de las categorías atrás expuestas. Por lo general, suelen solamente adaptar estéticas visuales, pero que no profundizan en atmósferas, narrativas ni tramas, por lo cual, se consideran únicamente modas estilísticas. El Furrypunk o el Dragpunk son ejemplos de estos tipos.

Con estas últimas categorías damos por terminado este largo, pero enriquecedor camino del mito al Steampunk y sus descendientes, a través del cual podemos concluir que las posibilidades son ilimitadas y que no hemos terminado de reinventar y recombinar estos géneros. Aún cabe explorar variedades y narrativas aún sin ser planteadas y queda, como público, disfrutar de todas ellas y elegir aquellas que nos enriquezcan y nos satisfagan más como espectadores. Y como creadores, tener la plena conciencia de que ninguno de los géneros y subgéneros mencionados a lo largo de estas entregas son absolutos; todos y cada uno de ellos son combinables y recombinables hasta el infinito, y que dichas combinaciones nos pueden ayudar a plantear esas historias que aún nos siguen esperando para ser contadas.

[1] Fe de erratas: En la entrega anterior, se dijo que el Dungeonpunk correspondía al retrofuturismo inspirado en la Edad Media, pero en realidad, el nombre correcto es Medievalpunk, pues el Dungeonpunk corresponde a la categoría aquí enlistada.

[2] En este caso, lo más conveniente sería que solamente los creadores que hayan experimentado la vida y la situación de cada una de estas regiones, fuesen quienes exploraran dichos terrenos narrativos con un fin estético a partir del gusto auténtico de esas regiones, y no una empresa trasnacional (Disney, p.e.) o incluso una nacional (Televisa p.e.), cuyos únicos intereses serían el de desvirtualizar la cultura regional, en un caso, o el de ridiculizar la realidad de cada nación, en el otro, y así evitar caer en el mal gusto y la crítica mundial.

Adrián Fuentes

Adrián Fuentes

Redactor

Iztapalapa 1991. Lic. Creación Literaria UACM.
Poeta, promotor de la literatura y coordinador de talleres literarios. Ha formado parte de diversos proyectos relacionados con la literatura y ha sido publicado en antologías poéticas y sitios web dedicados a las artes literarias. Actualmente coordina un taller de creación literaria con estudiantes de bachillerato y realiza diferentes actividades entorno a la promoción de la literatura; al tiempo que escribe ensayos y artículos relacionados con la lectura, la escritura y la labor literaria.

Berenice Tapia

Berenice Tapia

Ilustradora

Demasiado perezosa para pensar en algo decente. Me gusta dormir y mi sueño más grande es poder vivir de hacer monitos. Las dos cosas más importantes que me ha enseñado la vida, son:
1) Estudiar arquitectura no vuelve rica a la gente.
2) El mundo no se detiene nunca, ni aunque estés llorando hecha bolita porque borraste accidentalmente un capítulo de tu tesis.

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