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Ilustración: Caro Poe

María Alejandra Luna

Internet, Internet, qué bonita es Internet. De repente, no. Pero es evidente que trajo muchas contradicciones y que destapó muchas ollas. Por un lado, democratiza el mundo del conocimiento y de la emisión de opiniones propias. Por otro, no le escapa al clasismo que impera en nuestras sociedades: hay mucha gente que no tiene acceso a computadores, celulares o conexión a la red. Entonces, sí, propicia que haya pluralidad de voces y eso es maravilloso, pero las voces más oprimidas siguen calladas, salvo que alguien que tenga un poquito más de poder se tome el respetuoso trabajo de abogar por ellas.

Si sepulto a mi desquiciado optimismo (me permito anteponer la preposición para personificarlo), puedo ver claramente que se trata de una dimensión más en la que las injusticias y desigualdades se desenvuelven. Y, de hecho, se desencadenan otros problemas: muchas veces, esas impresiones personales no son reguladas. Llevadas a ciertos extremos o planteadas desde la intolerancia, esas impresiones sueltas por la nube se tornan peligrosas. ¡Este 24 de abril quiso imponerse un Día de la Violación desde foros! Me gusta pensar que no trascendió los caracteres.

Pero no quiero hablar exactamente de eso. ¡O tal vez sí! Soy desordenada para pensar y no me restrinjo en la escritura. Así que probablemente esas ideas persistan en los párrafos siguientes. Párrafos que relatarán, como bien indica el título, por suerte, el verdadero valor de la existencia de Wikipedia. Lo hice sonar épico, espero que el texto resultante me acompañe o, al menos, no lo arruine. Pausa. Antes de presionar enter, tengo que develar por qué escojo Wikipedia: ¡porque me fascinan los nombres y personajes polémicos! Nueva pausa interrogante. ¿Polémica, Wikipedia? Claro que sí. Ni siquiera es bibliografía válida.

(La redactora descorcha un fernet para sumergirse en el desarrollo de su artículo. Mentira, las botellas de fernet no se cierran con corcho, sino con una tapita a rosca. Pero yo, la acotadora, quiero usar el verbo «descorchar», así que voy a cambiar de bebida. La redactora descorcha una sidra para sumergirse en el desarrollo de su artículo de opinión).

Wikipedia es una enciclopedia en línea. No se considera bibliografía válida en los ámbitos escolares o de educación formal porque está construida de forma no profesional. Mejor dicho, es difícil comprobar su profesionalismo. Hay entradas donde les contribuyentes suman marco teórico y es posible rastrear, a través de la pestaña de discusión, un proceso de elaboración bastante «serio». Serio desde el punto de vista academicista, por decirlo de alguna manera. Eso no lo salva de su condición editable y lo que eso conlleva: que una indagación que cumpla con ciertas formalidades sufra modificaciones innecesarias, erróneas e, incluso, mal intencionadas.

Está bien, no puede usarse como bibliografía por el rigor que exigen una tarea de Nivel secundario, una monografía o una tesis. Sin embargo, yo creo que puede seleccionarse como fuente o como objeto de estudio porque toda la dinámica que describí incorpora un grado mayor de complejidad a una cuestión que me interpela mucho: los idearios implícitos en la producción de conocimientos. Digo que implícitos porque los trabajos de investigación pretenden una objetividad que, a estas alturas, ya concibo como imposible.

(Tercer trago. La sidra no tiene una exagerada gradación alcohólica. De hecho, la redactora no bebe, mucho menos para escribir, pero sí que le gusta innovar en sus redacciones y, por eso, en esta ocasión incluye a una acotadora).

Los idearios implícitos en la producción de conocimientos se pueden inferir, por supuesto. Y ante esa inferencia se puede optar por dos grandes actitudes: crítica o acrítica. ¡Qué sorpresa! ¿No? Ya sé que no, lean en tono irónico. ¡Sean lectores actives! El problema con la actitud acrítica viene en los contextos de difusión. ¿Dónde y para quiénes se difunden esos saberes? Hay múltiples respuestas, todas preocupantes. Pero hay una pregunta que me altera más: ¿cómo se trasponen esos conocimientos con una actitud acrítica?

La trasposición no es una mera simplificación. Implica un pasaje de registro, una adecuación, una reformulación. Pide muchos procesos para ser lograda de verdad. Les docentes trasponen saberes constantemente, es su labor diaria. Los ministerios de educación también hacen esa operación, desde otro rol. Y eso está excelente. Soy espectadora en primera fila de que me rodean colegas que lo hacen maravillosamente. No obstante, dije que iba a abandonar mi optimismo. Por lo tanto, tengo que enfocarme en los recuerdos que poseo correspondientes a mis años de estudiante. Porque sí, lamentablemente también existen las trasposiciones que son consecuencia de una lectura y apropiación sin filtros.

(Hace frío, los dedos están medio duros para teclear. La redactora insiste y triunfa. No sabe escribir en cuotas, prefiere hacerlo de un tirón).

Sin filtros. Es complicado porque hasta la ciencia puede escribirse e interpretarse con ánimos racistas, por ejemplo. Si ese racismo no pasa un filtro que lo eyecte o que, mínimamente, lo reconozca y lo mencione sin intenciones de reproducirlo o de que otres lo reproduzcan, estamos al horno. Nuestres receptores tienen las mismas opciones: una actitud crítica y una actitud acrítica. Hay que hacer una trasposición que deje los hilos sumamente expuestos, cada quien mediante su estrategia didáctica favorita. Pero no puede haber una lectura completamente permeable, ya sea intencional o «sinquerermente» permeable. Pero, claro, la experiencia escolar es muy íntima y eso habilita una dificultad tremenda a la hora de combatir.

(La redactora se percibe al borde de la cancelación).

¡Es ahí donde Wikipedia se erige como héroa! Es una enciclopedia colectiva que no solicita currículum a sus colaboradores. Es edificada por ciudadanes promedio. Por ende, se abre como una ventanita a través de la cual es posible espiar lo que venía narrando: ¿qué idearios nos quedan de nuestro célebre paso por la escuela? Datos puros y duros, pocos. Ideas, más de las que creemos. Y en una solidaria e inocente interacción internauta plantamos la huella de una historia escolar linda y revolucionaria (tómenlo como gusten) o de una contraria: podría adjetivarla como obsecuente. Y sobra espacio para una intermedia, ¿por qué no?

Wikipedia, igual que el Arte y que todas las expresiones humanas sensibles de registro, es un indicio de las aventuras de la humanidad, precisamente, y de sus ocios y negocios. Y goza de una ventaja bellísima: nadie sospecha de esa mariposa, ni siquiera yo hasta que craneé este simpático artículo, digno de una mente inquieta y conspirativa como la que habita este cuerpo que, a pesar del frío, puede seguir tipeando hasta el punto final.

(La redactora guarda. Cierra el procesador de textos. Baja la tapa de la notebook. Eso significa: telón).

María Alejandra Luna

María Alejandra Luna

Subdirectora General / Directora de Redes Sociales

Buenos Aires le dio el soplido de vida a mi existencia. De origen hebreo, mi primer nombre. La Antigua Grecia me dio el segundo. La Luna alumbró mi apellido. Escritora de afición, lectora de profesión, promotora de poesía y de los márgenes de la cultura. Dicen que soy quisquillosa con las palabras, que genero discursos precisos y que sobreanalizo los discursos ajenos. Y todo esto se corresponde conmigo. Pueden ser tan expresivos los textos que escribo como los gestos que emito al hablar. Y esos rasgos trato de plasmarlos en los ámbitos donde me desarrollo, como las Redes Sociales.

Caro Poe

Caro Poe

Directora de Diseño

Diseñadora gráfica.

Soy encargada del departamento de Diseño e Ilustración de este hermoso proyecto. Estudiante de Letras de la Universidad de Buenos Aires.

Como no soy escritora, encuentro de gran complejidad describirme en un simple párrafo, pero si me dieras una hoja, un bolígrafo y 5 minutos, podría garabatearlo.

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