De camino al Nobel 2020 |David Grossman

Mario Pantoja

En medio de un 2020 atípico de pandemia de coronavirus, los Premio Nobel se alistan. Los rumores de listas filtradas, las apuestas y las razones de los candidatos se escuchan en los medios masivos de comunicación y en las redes sociales. El Premio Nobel de Literatura será anunciado en unos cuantos días, los suficientes para que algunos redactores de Katabasis desplieguen la fuerza de sus letras en apoyo de algunos candidatos a este prestigioso premio. Así iniciamos una serie de artículos dedicada a describir, argumentar y analizar a distintos autores que podrían ganar este 2020 desde el descenso de la cultura literaria.

David Grossman

Por Paulo A. Cañón Clavijo

Una de las cosas que más me llamaron la atención cuando caí por primera vez en las páginas de David Grossman, fue su manera de entender los conflictos y la guerra. La voz de sus libros, como el susurro de un amigo cercano, se llena de una delicadeza y una sinceridad que comienzan a crepitar poco a poco en el lector, a la mejor manera de una fogata donde se está contando una historia maravillosa.

Este escritor israelí, llamado a ser el sucesor de Amos Oz en las quinielas por el Nobel de Literatura, ha sabido demostrarle al mundo que, a partir del entendimiento y la empatía, pueden abrirse nuevos caminos para explorar la condición humana a partir de la literatura. Y así, según él, superar dicotomías tan fundamentales para la guerra como la continua que separa a todos los involucrados entre víctimas y victimarios.

Para mí —y tal vez ése sea su mayor mérito para hacerse acreedor del Nobel de este año— sus novelas y ensayos han contribuido, desde una perspectiva pacifista, a que el ser humano entienda un poco más el afortunado fenómeno de estar vivo en estos tiempos complejos, y pueda hallar, en sus propias palabras, un sitio en medio de éste mundo extraño y conflictuado.

Nació en la ciudad de Jerusalén hace 66 años. Durante toda su vida ha tenido una estrecha relación con el conflicto político y social entre Israel y Palestina, y ha cursado diferentes profesiones como las de corresponsal radial, periodista y guionista. Ganador de diferentes premios literarios en los que destacan el International Booker (2017), el Nelly Sachs (2001) y la Orden de las Artes y de las Letras, en Francia (1998).

Algunos libros:

• Véase: amor (1986)
• El libro de la gramática interna (1991)
• Tú serás mi cuchillo (1998)
• La vida entera (2008)
• Gran Cabaret (Premio International Booker) (2014)
• La vida juega conmigo (2019)
• Contando una sola historia tiendes a convertirte en prisionero de esa historia.
• Porque cuando conseguimos leer el texto de la realidad con los ojos del enemigo, de la realidad en la que nosotros y nuestros enemigos vivimos y trabajamos, de pronto esta se vuelve más compleja y real, y esto nos permite recuperar las partes que habíamos quitado de nuestra representación del mundo. [Escribir en la oscuridad]
  
• [Sobre la muerte de su hijo Uri, alcanzado por un misil de Hezbolá] Sentí que debía vengarme de quienes habían propiciado que aquello ocurriera. Pero noté algo extraño, noté que en esa tesitura la habilidad para estar en contacto con mi hijo quedaba bloqueada. No era capaz de sentirlo. Y pensé que era un precio demasiado elevado que pagar. Nos convertimos en víctimas de la necesidad de vengarnos.
• Miles de momentos, de horas, de días, miles de hechos, infinidad de acciones, de intentos, de errores, de palabras, de pensamientos, todo para poner a una persona en el mundo. [La vida entera]
• Las mejores ideas me vienen a la cabeza mientras camino.
• Amos [Oz] fue mi maestro, mi amigo. (…) Y no era fácil para él ser Amos Oz. Ser un hombre al que acudían personas de todo el mundo, buscando su consejo, escuchando en silencio cuando hablaba. Veían en él a un maestro y un líder, incluso un profeta. No era fácil para él ser la persona en la que tanta gente proyectaba tantas cosas: sus deseos más profundos, sus esperanzas y decepciones, todo lo que estaba enmarañado y sin resolver.
• Que enfrentarme a la arbitrariedad me da libertad, tal vez la única libertad que un hombre pueda tener frente a cualquier arbitrariedad. La de expresar lo trágico de su situación con sus propias palabras. [Escribir en la oscuridad]
• Hubiera sido escritor en cualquier otro lugar. Vivo en una situación límite con contacto diario de la vida y muerte. Perdimos un hijo en el conflicto. El extremismo de la vida te impulsa a contar una historia.
• [Sobre Benjamin Netanyahu, Primer Ministro de Israel]No me importa lo que realmente piensa sino sus acciones que priorizan su silla al futuro de Israel.
• La literatura puede redimir para nosotros repetidamente la tragedia de un solo individuo entre las estadísticas de millones. Del individuo sobre el que se escribe la historia, y del individuo que la lee. [Escribir en la oscuridad]
• [Sobre la pandemia de COVID-19] Esta plaga sin rostro, violenta y desoladora parece amenazar con absorber todo nuestro ser, de pronto tan frágil e impotente. Y ni siquiera las innumerables cosas que se han dicho en los últimos meses han logrado hacerla un poco más comprensible y predecible. (…) Bendito sea el humor, la mejor forma de soportar todo esto. Cuando podemos reírnos del coronavirus, en realidad estamos diciendo que todavía no estamos del todo paralizados. Que todavía podemos movernos y hacerle frente.

Fuentes:

1. Un mismo tejido humano infeccioso
2. David Grossman: “Escribir me enseña que cualquiera puede ser otro”
3. El Israel de David Grossman
4. David Grossman: “La venganza nos convierte en víctimas”
5. En memoria de Amos Oz