Ilustrado por: Berenice Tapia
Andrés Sanabria
Detecta el fragor…
El pesimismo consumado…
¡Las alas de la pesadumbre!
¡La pereza de amar este país!
¡La pereza de amarnos entre nosotros!
¡La pereza de saber por qué valemos!
¡La pereza de delinear nuestra dignidad en nuestras fronteras!
¡La pereza de no tener el orgullo de ser colombianos!
Mientras esta tierra es saqueada…
¡Humillada!
¡Vendida!
¡Como si fuera una prepago!
¡Como si nuestra reconciliación fuera una alegoría fratricida!
¡No conocemos nuestros propios horizontes!
¡Nuestras lágrimas hacen crecer la soberbia punitiva en las esquirlas de las defunciones parasitarias!
Marcamos una tumba en cada paso de indiferencia parroquial
la parquedad es nuestra mayor ilusión
hemos seleccionado los cadáveres de nuestros sentimientos
y los hemos regado como costales
en la nada de nuestro olvido miserable
hemos despertado la aniquilación cómo fábula
y hemos traducido la disección del odio
en panteones donde la lluvia
no para de escarmentar las porciones desérticas
de nuestros espejismos menos inesperados
hemos vuelto nuestras pesadillas y nuestro horror una pizzería…
Nos repartimos las porciones de la destrucción
saboreamos el manjar de nuestro propio aborrecimiento
y nos quitamos los ojos al dormir
y compramos otros para aceptar la ceguera
de nuestros lamentos inquisitivos.
No hay impaciencia
por romper las barreras de nuestro rencor maniatado
por hacer un duelo restringido de nuestras destrucciones implacables
de crear una nueva bandera
un espacio en que nuestra imaginación
contenga la capacidad dilapidada
de nuestra pasión intransigente
de darle sosiego al óvulo
en que se ha deforestado la misericordia de nuestra belleza inmortal
saturada por el pavor de la idiosincrasia emérita
de la virtud impasible de la incredulidad de nuestra frivolidad invasiva
No debemos creer
en el suicidio
de los que siempre han arrasado con nuestra verdad desmembrada
debemos inventar un país invencible
una nueva manera de ver el cosmos
la síntesis del verdadero crepúsculo de la fusión de las quimeras
crear sus arterias
nuevos órganos que se abalancen sobre la felicidad de nuestras sombras
que nos lleven a una trasgresión de la perversidad de nuestra maldad
que nos permitan conciliar nuestra temible diversidad
debemos liberar de nuevo el silencio
y esperar que la brisa
sea el nuevo himno
que venza nuestro profesionalismo con la muerte

Andrés Sanabria
Autor
Soy un escritor y poeta colombiano. Nací en Bogotá. He publicado poemas, cuentos, y prosas poéticas en El Espectador, El Espectador.com, Revista Monolito, Revista Cronopio, y Revista Hoja Negra.

Berenice Tapia
Ilustradora
Demasiado perezosa para pensar en algo decente. Me gusta dormir y mi sueño más grande es poder vivir de hacer monitos. Las dos cosas más importantes que me ha enseñado la vida, son:
1) Estudiar arquitectura no vuelve rica a la gente.
2) El mundo no se detiene nunca, ni aunque estés llorando hecha bolita porque borraste accidentalmente un capítulo de tu tesis.