Fotografía: Ixkozauki Hermosillo
Daniel Macías
Durante la inauguración de la FIL 36 de Guadalajara, Emel Mathlouthi, la portadora de un bolígrafo, con su música se convirtió en la voz sin miedo; quien usa su única arma, el bolígrafo, para hacer frente a la crudeza de las dictaduras. Entre luces y humo se presentó ante un público desacostumbrado a sonidos extravagantes que otro continente ofrece a la cultura occidental.
La cantante, por medio de una impresionante sincronía con las diferentes percusiones que acompañan la fusión del emblemático sonido tunecino y su vibrante voz, representó con su acto cómo el arte puede ser un medio para cambiar el sentido del mundo donde los bosques arden en un constante incendio. Emel encontró las melodías y palabras exactas para alzar la voz frente a la realidad hostil de la migración, la guerra y las dictaduras. Las pantallas que proyectaron las escenas visuales de los coros; la pirotecnia al ritmo de los sintetizadores; y las percusiones derribaron las barreras de los asistentes asombrados.
De manera autodidacta, inició su incursión en la música a temprana edad. Exploró en diferentes géneros musicales como son el gótico, heavy metal y pop. Abordó el tema político y las injusticias sociales en su país de origen, burlando la censura. Trascendió en medios digitales y se consolidó con Kelmti Horra, el tema con el que hizo libre su palabra en un llamado a perder el miedo frente a la adversidad, el caos y el llanto de los caídos.
El sencillo Kelmti Horra tuvo una presencia destacada en las protestas sociales, de tal forma que trascendió las fronteras. Logró posicionarse como una de las canciones insignia de la Primavera Árabe, además de hacer una presentación honorífica durante la entrega del Premio Nobel de la Paz en la edición del 2015.
Por ello, la importancia de sus letras radica en la propuesta de un futuro de esperanza y unidad frente a la guerra y sus crímenes que han marcado la vida de cualquier persona que la ha padecido. Emel Mathlouthi alza la voz sin miedo en busca de la clave para dar vuelta a un desesperanzador futuro de miles de historias de muerte y dolor. El ansiado aplauso fue un obsequio a su canto que clamó a la resistencia para que el mundo mejore.
El movimiento de sus dedos provoca el fuego y su corazón que canta nos recuerda que no tener patria sirve como puente a un llamado para abrir las alas y buscar espacios más allá de las fronteras siempre con una sonrisa y, en obsequio al silencio, cerrar con un gracias.
Daniel Macías
Redactor
Ixkozauki Hermosillo
Director de Edición
(Guadalajara, 1996)
Experto en garabatos, poeta, aventurero, ladrón de momentos, fotógrafo aficionado, músico en paro y cocinero de ocasión. Ganador del concurso Creadores literarios FIL Joven 2012 y coautor de la antología La voz de los pasos (Mano Armada, 2018).
