De camino al Nobel | Sofi Oksanen

Daniela Morales Soler

Cuando pienso en un autor hábil con los simbolismos, crudo, profundo y complejo, se me viene a la mente Sofi Oksanen (Jyväskylä, 1977). Con una capacidad de artista de filigrana construye una historia; pero no solo eso, también un personaje, una forma de ver el mundo, una realidad llena de entresijos fascinantes.

No es fácil hablar de un mundo en conflicto sin ser partidario, sin dejar denotar los matices del juicio propio. No, no es fácil. Y, sin embargo, es lo que más admiré en su escritura cuando leí Purga por primera vez. Era un mundo hostil para una mujer, para cualquiera; lleno de injusticia, persecución, violencia…  No obstante, Oksanen como una cronista nata se dedica a relatar la historia sin justificar a los personajes y también sin juzgarlo. Eso hace que su escritura sea directa, por lo que la palara «cruda» es lo que se viene a la mente en un primer momento.

Con esas herramientas construye sus libros y lo hace también con la sutileza simbólica que permite ver una naturaleza más observadora y analítica que enriquecen en gran medida sus obras. Tengo en los ojos aún las imágenes, que me hicieron parar, salir de mi casa e ir a buscar otro aire, porque el de mi hogar de repente se enrareció.

Parece que la escritora finlandesa está revisando un fragmento frío de la historia, ajeno a ella y lo describe. Esa es la magia de su narración: su manera particular de ver las realidades y las personas, que crean una imagen imborrable o una sensación física difícil de explicar.

Con Purga ganó múltiples premios y su obra en sí también los ha merecido, como el Premio Nórdico de la Academia Sueca, el Runenberg o el premio europeo a la Mejor novela del año.

Algunas obras:

• Purga (2008)
• Norma (2015)
• Cuando las palomas cayeron del cielo (2012)
• El parque de los perros (2022)

Sofi Oksanen en sus palabras:

• Intentaba imitar la voz que había usado a veces tiempo atrás, cuando se topaba con algún viejo conocido en la tienda o por la calle. Esa voz le resultaba lejana y extraña, impropia del cuerpo del que salía. Le recordaba un mundo al que ya no pertenecía y una casa a la que ya no podía volver. – Purga
• Todos tenían su punto de ruptura, y si nada más destruía la mente, el tiempo lo haría. Te llevaría de vuelta a momentos a los que no querías regresar. – Cuando las palomas cayeron del cielo
• Le resultaba difícil creer que hubiera movimientos audaces, porque demasiadas personas tenían harina sucia en sus bolsas, y a las personas con las manos sucias no les entusiasma desenterrar el pasado. – Purga
• El arte no puede estar sometido a la corrección política. Además, hablar de este tipo de situaciones con realismo exigía utilizar un lenguaje fuerte, haber hecho otra cosa supondría un anacronismo.