Jasón Li
El anime está cargado de mensajes filosóficos que detallan lo profundo de la vida, el amor y la amistad e incluso la muerte y el renacer, retratando la sencillez y modestia de la vida cotidiana de millones a través de sus historias vistas por millones de televidentes que buscan darle sentido a sus vidas por medio de su amor, las ilusiones y el deseo en donde la esperanza, la soledad y la distancia impactan significativamente en el diario vivir de cada espectador atormentado por la amenaza de la muerte misma.
Dicen por ahí que el anime es la manera más agradable de ignorar la vida. Tiene sentido cuando vemos nuestra angustia y tormentos propios de la vida en donde a veces ni siquiera somos nosotros mismos, es así, como decidimos tomar un camino difícil de transitar en donde cuestionar nuestra vida, nuestro destino y del porque estamos aquí acompañando a otros, siendo prisioneros y esclavos de nuestro inconsciente acto de rebeldía en contra de un sistema que perpetua la infamia y revela lo más desagradable de la naturaleza humana.
En ese mundo de lo desagradable se proyecta un resplandor que brilla con toda intensidad y se propaga por todas partes en donde solo unos pocos atienden el llamado o se percatan que hay luz en medio de una oscuridad intensa producida por la mente oscura y cerrada de quienes se niegan a librarse de dicha consigna por muy dolorosa que sea.
Es el momento oportuno para reflexionar sobre algo difícil de interpretar, la desaparición constante de la filosofía, y el renacer globalizado de nuevas culturas ajenas a la propia nos lleva a darle dimensión a nuevas formas de vivir, conocer y entender nuestro presente y pasado con el fin de darle sentido a nuestra supervivencia y garantizar un futuro más abierto, más real y más consciente en donde se es humano por naturaleza y no por defecto de la sociedad y las multitudes insensatas que imponen su estereotipos.
Es así como el gran director y cineasta japonés Hayao Miyazaki sobresale en medio de tantos ruidos asordo en donde no existe diferencia alguna entre el talento, la virtud, e incluso la genialidad, solo consumo, moda y promoción en donde todo se compra mas no se siente, todo se consigue sin sacrificarlo todo.
Sus obras que se cuentan por montones y los premios que ha recibido de ellas son precisamente el frutos de una genialidad que tilda en la obsesión desmesurada por mostrar el lado más atractivo, humano y honorable del ser en donde su virtud y filosofía creativa es un poderoso detonante de cambio e innovación que da revelo a nuestras vidas personales fruto de una existencia innegable para nuestra conciencia y renacer en la búsqueda de un mejor lugar para vivir en donde todos y cada uno de nosotros somos uno solo en igualdad de condiciones.
Transcender nuestro legado, convertirlo en algo único, armónico y glorioso para nuestros hijos es ya una realidad. Hayao Miyazaki con sus obras ha mostrado al mundo que existen muchas formas de vivir, de convivir y de darle un único sentido a nuestra propia perdición. La manera de amar que nosotros creamos a nuestros alrededores y que alentamos como único propósito, es efímera y aleja a las personas obligándolas a consolar sus necesidades en la soledad en donde solo queda soñar e ilusionar por que exista un cambio transcendental que una vez más nos ofrezca esa nueva oportunidad que tanto deseamos.
Comenzaba la temporada de invierno y ya muchos como vosotros previa lo que sucesoria, los más inquietos observaban el cielo como si nunca hubiese estado allí, esperando una señal divina que se interpusiera entre la humanidad y el clima, aquello solo podía venir del mito de la chica del clima ¿y porque no creerlo?, a fin de cuentas «el tiempo contigo», es una obra que enseña a creer en lo inimaginable, a soñar y vislumbrar los deseos y necesidades más profundas opacadas por la inseguridad y la inmadurez que nos obliga a transitar por la senda más oscura en donde al final existe una luz al final del túnel.
Caminando la vida se proyecta y se vive mejor, quienes realmente caminaron disfrutando de la vida eran personajes únicos cuyos hechos hicieron posible la fantasía plagiada de asombrosos detalles de sus obras. Una época en la que el anime ni siquiera era considerado como tal, y era visto con naturalidad, absorbido por la curiosidad y las ganas de aprender. Conocer y asimilar cada detalle de la historia, la cultura y el arte, pensado e ideado de forma tan perfecta en cada detalle que era imposible que hombre y mujeres olvidaran sus orígenes y su visión profunda del mundo.
El tiempo no dejo de ser el mismo y avanzaba más rápido y sin cesar, sin otorgarnos tiempo suficiente para similar lo ocurrido con intensidad. Mientras envejecíamos al lado de valiosos recuerdos que como historias dejaron reguero por todo lado, huellas imborrables de relatos, cuentos y amores que no volverán, difíciles de olvidar con el pasar del tiempo dejando un enorme vacío existencial de décadas pasadas en donde la extrañeza y añoranza define aquel mensaje profundo de que todo tiempo pasado fue mejor.
Cada vez que veo agua caer en cantidad desproporcionada por largo tiempo, aquello me trae recuerdos de Koi wa Ameagari no you ni; si, la excepcional serie de romance de Jun Mayuzuki, cuya trama de amor de Akira Tachibana, cuyo encuentro se produce cada vez que tiene lugar una intensa lluvia, la cual vuelve más intenso y confuso el sentimiento y el amor de la protagonista por un adulto, alguien mucho mayor que ella y cuyo secreto es ser un escritor frustrado y padre de familia fracasado. Algo muy común en la realidad del mundo de hoy.
Después de la lluvia ocurre un cambio las viejas heridas duelen. Se experimenta cambios unos amamos la lluvia y otros la detestamos. Ahorrar dinero en días lluviosos es la frase que oye escuchar cuando tiene lugar la temporada de invierno.
Tiempos futuros de necesidad, la lluvia parece recrear los momentos de tragedia y confusión de una manera más romántica y espectacular, decide hacer que lo amargo no sea tan amargo mezclando algo más dulce que todo sea un poco más fácil de digerir.
Personajes incomprendidos por todos excepto por su admirador es el común de ambas obras que ya tienen un reconocimiento significativo por seguidores y fans que disfrutan verlas, y disfrutarlas. ¿Que seguirá en nuestras vidas después del aguacero?, ¿alguna vez se aclararan los cielos? ¿O simplemente lloverá? Experiencia fabulosa en momentos emotivos que solo las obras de esta naturaleza pueden dar.
Eso al final no debería importar demasiado la animación japonesa con su cultura y raíces por si sola es verdaderamente bella, excepcional y fantástica, mezclando realismo mágico con temas relevantes para el mundo de hoy. Una fantasía sin límites, que cada día juega con la luz del universo.
Imagen de internet
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Jasón Li
Autor
Florencia Luna
Ilustradora