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Imagen: Maricielo

René Medina

Corría el año de 1999; everybody de los Backstreetboys sonaba en la radio y en el walkman de todos; el final del siglo y del milenio se acercaba; la «computación» era el tema en boga. Los cafés internet empezaban a ponerse de moda, casi nadie tenía internet y aquellos pocos afortunados que lo tenían en casa torturaban a la familia con los sonidos robóticos de la conexión del modem de 56k accediendo a la red telefónica y, claro, esperando que nadie fuera a llamar para no cortar la comunicación. Los nicknames y las salas de chat eran el pan de cada día; una nueva era digital estaba comenzando y como suelen ser los grandes cambios; la misma nos traía a los más jóvenes un horizonte de posibilidades y un mundo al alcance de una computadora mientras que a los más grandes les daba un poco de miedo y algo de zozobra. El tema del fin del mundo era también algo del día al día. Los milenials no solo estamos sobreviviendo a una pandemia, sino que, nos enfrentamos ya en plena adolescencia a ese primer cataclismo que, supuestamente, sería provocado por el reinicio de las computadoras el 31 de diciembre de 1999 a las 11:59 porque los ordenadores no serían capaces de dar el salto al milenio; no olvidemos por supuesto el 6/6/6 o el fin de la quinta era maya: 23/12/2012.

Las películas se veían en VHS y Blockbuster era el rey del mercado. Nada mejor que rentar algunas películas para la pijamada de fin de semana o para ver en familia. Claro que no todos podíamos ir a sus sucursales y por eso, en un VHS pirata rentado en el videoclub del barrio, conocí la que hasta el momento es una de mis películas favoritas «The Matrix».

Por diversas razones, la trilogía de Matrix, se convirtió en un clásico de inicios de siglo. En muchas formas fue innovadora para su tiempo y al mismo tiempo, representaba de muy buena manera los cambios por los cuales estaba transitando la sociedad de una comunicación análoga a una comunicación digital.

El argumento es más o menos el siguiente: Un joven Keanu Rives hace el papel de Tomas Anderson, un programador con una doble vida. De día trabaja para una respetada firma de software y de noche su alter ego, «Neo», es un hacker que ha cometido todos los delitos cibernéticos posibles (sí, en algo que parece código CMD en fuente Times New Roman color verde y background negro). Parte de sus actividades ilícitas son buscar a un hacker reconocido por el gobierno institucional como el enemigo número uno, Morfeo. Sin embargo, es primero Morfeo quien lo encuentra a él para llevarlo «a través del hoyo de Alicia» a conocer la realidad y lo que es la Matrix

Pareciese ser un argumento en apariencia sencillo, pero para quienes ya han visto la película, que sin duda son la mayoría, se habrán dado cuenta que no lo es. Éste es un buen momento para decirte que si no has visto la película y te interesa hacerlo sin spoilers, éste es el momento en que puedes dejar de leer e ir corriendo a verla (sí, está disponible en Netflix Latinoamérica en estos momentos) y regresar a terminar a partir de este punto. De aquí en adelante, comienzan los spoilers.

Quizá lo primero que podemos decir es que ésta película marcó un antes y un después en la manera de hacer cine de acción. No solamente por los increíbles efectos especiales utilizados, sino por su estética, vestuarios, fotografía, utilización de paleta de colores, arco argumental y muchos otros elementos. Revisemos algunos de ellos.

Sin duda lo primero que salta a la vista en Matrix son los efectos especiales utilizados. Quizá el más famoso de ellos el Bullet Time. Existen particularmente dos escenas icónicas: Neo esquivando los disparos del Agente Smith y la patada de Trínity quedando suspendida en el aire por unas fracciones de segundo mientras nosotros los espectadores damos un giro de 360° apreciando todos los ángulos posibles. Para lograr esta hazaña se utilizó un sistema de 120 cámaras fotográficas, una pantalla verde, un marcador laser al centro de la toma y dos cámaras de cine empotradas en estructuras circulares, o en espiral según la necedad.

Debido a la tecnología de esos días (estamos hablando de hace 22 años, muchos de los tik tokers más famosos ni siquiera habían nacido) la película tiene una combinación de efectos especiales de la vieja escuela (como la secuencia en que Neo y Trinity entran a un edificio a rescatar a Morfeo) y escenas digitales (o como se decía entonces, generadas completamente por computadora).

Así por ejemplo, para la escena del rescate de Morfeo se utilizaron decenas de explosiones simulando disparos (estamos a finales de los noventa una multitud de disparos son esenciales para una buena película de acción). Es decir, efectos especiales de la vieja escuela. En cambio la escena donde las máquinas están cultivando humanos fue hecha digitalmente en su totalidad. Sin embargo, por la capacidad de la tecnología de aquellos tiempos, esa secuencia que en pantalla dura 35 segundos, tomó para su realización, un año completo! No obstante, los resultados obtenidos fueron completamente convincentes. Si tu vez la película hoy día sigue siendo impresionante la animación de dicha escena.

Además de efectos especiales, otro punto que marcó la escena cinematográfica a inicios de éste milenio fue la estética del héroe/antihéroe. Ser «darks» era cool de nuevo. Kim Barrett fue la encargada del diseño de vestuario. El cuero negro y brilloso estaba de regreso otra vez. Recordemos que a inicio de la década las pasarelas de moda eran dominadas por los colores pasteles, brillantes y coloridos, nada más alejado de estos rebeldes del sistema con causa; por lo que su look completamente en negro, con gabardinas, botas industriales, y lentes de sol futuristas, son uno de los impactos visuales principales del filme. Muchas películas posteriores vinieron a continuar la línea, como por ejemplo, los trajes de los X-Men en la cinta homónima estrenada en el ya lejano año 2000.

En cuanto a la banda sonora, ésta corrió a cargo de Don Davis, sin embargo, como no podía ser de otra forma en una película de corte cibernético/post-apocalíptico, con protagonistas enfundados en ajustados atuendos negros, la cinta está de plagada de una buena cantidad de canciones de rock donde aparecen nombres como: Marilyn Mannson, Ministry, Deffones, Rob Zombie, Rammstein, rage against the machine, etc (playlist disponible en spotify).

Un tema aparte sería hablar del argumento y el sincretismo filosófico del argumento. Para la conveniencia de éste artículo, únicamente mencionaremos, que le dio un giro a la manera de plantear la problemática social y el criticismo a un ambiente de represión gubernamental velada, así como, en cierto modo, se volvió profética en cuanto a la dependencia de la tecnología y más aún, sin la existencia de las redes sociales en ese momento, fue una muy buena profecía sobre cómo estaríamos «conectados» a una «realidad digital», que se volvería aún más importante que lo factible tradicionalmente hablando. Pero ese será tema para un artículo complementario.

Así pues, la influencia de éste filme no se limita solamente a lo cinematográfico, ha pasado a formar parte de la cultura pop mundial. A 21 años de su estreno y con fuertes rumores sobre una cuarta entrega, que, considerando la tendencia al remake y a la resurrección de franquicias en el pasado exitosas, no parece descabellado. La importancia de esta cinta no se puede negar. Ha pasado a formar parte, inclusive, de la jerga popular; así frases como «un fallo en la matrix» cuando algo sucede mal son parte ya de nuestro argot general.

Sin duda Matrix se ha convertido en un clásico joven de la ciencia ficción, la post-apocalíptica en la línea hombre vs máquina. Así Keanu Rives, El hombre más bueno de Hollywood, antes de vengar a su perrito en John Wick, fue Neo, el salvador del mundo. Pero más aún, fue el primer hombre en volar convincentemente en una cinta hollywoodense. Si a este punto quieres sentir un golpe de nostalgia o quieres ver lo que se sentía ser un «milenial» en todo su esplendor, haz tus palomitas en el horno de microondas, apaga tu celular y un sábado por la noche atrévete a retar al sistema. Conéctate a la matrix para, si te es posible, luego despertar. Ahora me voy, porque esta línea no es segura, y no quiero que el Agente Smith logre rastrearme hasta el Nabucodonosor.

René Medina

René Medina

Redactor

Maricielo

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