Ilustrado por: Paulo Cañón
Ixkozauki Hermosillo
Cuando en 2020 Louise Glück ganó el Premio Nobel de Literatura nos vimos frente a una poética de lo cotidiano, una poesía de permanencia, hogareña y tan problemática como los asuntos de la cotidianeidad, Adélia Prado transita una línea muy delgada entre las rutinas habituales y el gran misterio de los días.
Los detalles más pequeños adquieren voz en su poesía, el silencio de lo místico se reúne con la algarabía de lo carnal. Los dolores del parto, las ataduras de la existencia, la oración religiosa, Prado reestructura un modo nuevo de habitar la magia y la fe. En su obra se reconstruye lo deconstruido en la gran tradición brasileña. La herencia de Carlos Drummond de Andrade es detectable desde las primeras líneas.
En el lenguaje encuentra la herramienta para la obra divina, dignifica el quehacer diario como contexto de las revelaciones que sugiere. Resignificar los verbos es una pretensión que Prado ha sabido conducir a buen puerto, no es para menos una de las voces más entrañables y vendidas en Latinoamérica.
La salvación es su poética. Da cuenta de la fragilidad humana evidenciando su hábito de seguir patrones, pero, a su vez, lo rutinario es lo que enlaza al hombre con lo divino en busca de la salvación. Su poesía está en el cuerpo, reclama al cuerpo como divino y su existencia mundana es lo que explaya su obra en busca de esa salvación.
No es de extrañar que, sin negar la gran influencia de autores del tamaño de João Guimarães Rosa, tiende un puente sólido hasta la obra de escritoras como Piedad Bonett.
Adélia Luzia Prado Freitas nació en Divinópolis el 13 de dicimebre de 1935. Su obra O coração disparado ganó el Premio Jabuti de Literatura en 1978. En 2007 recibió el Premio de Literatura Infantil y Juvenil de la Academia Brasileña de Letras por su libro Quando eu era pequena. El Gobierno de Brasil le concedió la Orden del Mérito Nacional en 2014.
Adélia Prado tiene una obra que se construye, se deconstruye y se reconstruye por gracia divina, no es pecado implorar un favor del cielo al pedir que le concedan el Premio Nobel de Literatura 2022.
Algunos libros:
Bagaje (1976)
El corazón disparado (1978)
Manuscritos de Felipa (1999)
La duración del día (2010)
Miserere (2013)
Adélia Prado en sus palabras:
«No tengo tiempo para nada más, ser feliz me consume mucho».
«Toda religión es sensual en su liturgia. Tengo un cuerpo. Es él quien levita, se arrodilla, canta, se regocija y llora. […] Un corte en el dedo afecta mi humor, una alegría puede hacerme olvidar de eso. La sensualidad supone cuerpo y alma. Antes del cuerpo, lo erótico es el alma».
«Estoy al principio de mi desesperación, y solo veo dos caminos: o me vuelvo loco, o me hago santo».
«El escritor insoportable es como el actor insoportable: “solo existo en el escenario”. Es pedante y muy pobre como proyecto de vida. El arte es un don y viene junto con el paquete de la vida. Si alguien no está presente en las necesidades comunes y diarias de todo ser humano, no tendrá nada para expresar ni como poeta ni como actor, o cualquier otra forma de arte. Música, pintura, teatro, cine, son informaciones sobre la vida y no devaneos del ego».
«Lo que la memoria ama permanece eterno. Te amo con memoria, imperecedero».
«El enemigo de la poesía no es el sufrimiento, pero no amar es el infierno. Se sobrevive a una dictadura, pero sin amor morimos, aún en el más democrático de los países».
Fuentes:
https://www.pagina12.com.ar/220148-la-poesia-es-el-rastro-de-dios-en-las-cosas
http://www.archivopdp.unam.mx/index.php/3023
https://www.tirodeletra.com.br/entrevistas/AdeliaPrado.htm
Ixkozauki Hermosillo
Director de Edición
(Guadalajara, 1996)
Experto en garabatos, poeta, aventurero, ladrón de momentos, fotógrafo aficionado, músico en paro y cocinero de ocasión. Ganador del concurso Creadores literarios FIL Joven 2012 y coautor de la antología La voz de los pasos (Mano Armada, 2018).
Paulo Augusto Cañón Clavijo
Redactor
Colombiano, periodista y lector de tiempo completo. Escribo para encontrarme. Apasionado del fútbol, la música, los elefantes, las mandarinas y los asados.