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Ilustración: Deivy

Mauricio Rumualdo

En su obra Bandidos, publicada en 1969 y ampliada en 1999, el historiador inglés Eric Hobsbawm dedicó la siguiente mención desafortunada hacia el escritor mexicano Manuel Payno: «un novelista mexicano modernizante con ansia de desacreditar el mito intenta rebajar al héroe a las dimensiones de un criminal corriente en Los bandidos del Río Frío».* ¿Por qué esta crítica al autor costumbrista decimonónico?

José Manuel Román Payno Cruzado, escritor, periodista, economista, político y diplomático, nació el 28 de febrero de 1820 en la ciudad de México. Trabajador de Hacienda como ministro y fiscal, escritor de historia, cuentos, novelas, crítica y poemas, edil del ayuntamiento de México, diplomático en los tratados de las deudas extranjeras y en su apoyo al tratado McLane-Ocampo y, finalmente, cónsul de México en España, Manuel Payno intentó beneficiar el progreso de la nación mexicana a partir del modelo de civilización ilustrada proveniente de Europa.

Es en esta idea de «civilización ilustrada» que encontramos la postura evolucionista del autor, ya que, a través de sus escritos, Payno tuvo el propósito de exponer la inestabilidad política y las costumbres nocivas que impedían el progreso de México. Si bien se le ha categorizado por escritor «costumbrista» (etiqueta que no corresponde a toda su obra), hay que atender que este «costumbrismo» se trató de una crítica y descripción del contexto de Payno, un México inestable y carente del orden del Estado-nación, con la finalidad de corregir los factores que detenían al progreso. Es así como tenemos en Payno a un fiel seguidor de la postura naturalista del escritor francés Émile Zola, autor de Germinal y Nana.

Publicada en España y México bajo la modalidad de entregas por folletinaje, al estilo de Dumas y Dickens, entre los años de 1889 a 1891 y 1892 a 1893, respectivamente, Los bandidos de Río Frío es una novela de 117 capítulos que, a través de diversas acciones y variedad de personajes, nos relata la creación de toda una red criminal organizada para cometer robos y escalar en el poder ante un gobierno inestable que, luego de múltiples peripecias e imprevistos inherentes a la literatura, logra atrapar y castigar a los «bandidos». Aunque esta obra fue escrita en España durante el Porfiriato, el libro nos narra la historia sobre un pasado en el que el mismo autor estuvo presente. ¿Cómo ignorar el hecho de que Santa Anna figura como presidente de México tanto en El fistol del diablo como en Los bandidos de Río Frío?

En el último capítulo, Manuel Payno nos explica el caso de la vida real en que basó el relato de su obra: «Se descubrió que un coronel Yáñez, ayudante del coronel Santa-Anna, presidente de la República, era el jefe de una asociación que tenía cogidas como en una red a la mayor parte de las familias de México».** Es de este personaje que fue inventado «Relumbrón», asociado con Evaristo, el asaltante del camino de Río Frío, y otros criminales, los cuales son condenados a muerte al final de la novela, con lo que se demuestra la «solución social» al detractor del progreso que significaron los estafadores y los bandidos.

Si Los bandidos de Río Frío expone y soluciona el problema de los asaltantes de caminos en un territorio en vías de desarrollo, ¿cómo es que esta obra, ensayo naturalista, pudo ofender, un siglo más tarde, a los ideales del historiador inglés? Para responder a esta pregunta, hay que conocer la postura del libro de Hobsbawm. En Bandidos, el historiador hizo un estudio acerca de estos sujetos, del fenómeno del bandolerismo y su relación con la sociedad. El concepto más importante de este libro fue la propuesta del «bandolerismo social», el cual refiere al papel de los bandoleros como líderes de la resistencia de una comunidad que se opone a aceptar las transformaciones del sistema de explotación capitalista, es decir, para que exista el bandolero social, debe existir una sociedad agraria en proceso de transición hacia una sociedad capitalista.

De esta manera, el bandolero social es un campesino que actúa fuera de la ley y que es visto como criminal por parte de las autoridades, pero que continúa perteneciendo a su comunidad, la cual lo ve como un héroe, un vengador o un líder de liberación, ya que sus actos, aunque ilegales, son siempre a beneficio de la comunidad. Pero en Los bandidos de Río Frío se representa una visión opuesta a la de Hobsbawm. El ensayo de Payno no trata sobre un bandido que actúa en defensa de su comunidad frente a un poder externo que intenta absorberla al sistema de explotación capitalista, si no que exhibe el atraso de una nación incompetente que, debido a su falta de orden en el poder, permite la reproducción de los asaltantes de caminos. En Payno, los bandidos atacan a la comunidad, no la defienden. Los bandidos son unos criminales. Evaristo, el personaje principal, no es un Robin Hood, si no un violador, asesino y ladrón. De aquí la incomodidad del historiador inglés al leer una obra tan cruenta respecto al bandolerismo mexicano como resulta Los bandidos de Río Frío.

No obstante, en la «desacreditación del mito» de los bandidos, no solo podemos reducirnos a Manuel Payno. Son innumerables los textos decimonónicos donde se trata el bandolerismo, como El zarco de Ignacio Manuel Altamirano, Antón Pérez de Manuel Sánchez Mármol, Ensalada de Pollos de José Tomás de Cuéllar o hasta las historias de amor de Rafael Delgado, Angelina y La calandria, entre otros, donde se retrata al bandido como un criminal. En todo caso, podríamos preguntarnos: ¿por qué la literatura mexicana decimonónica, en lugar de exaltarnos al bandido como un héroe, nos ha dado una visión contraria? Quizás Astucia: el jefe de los hermanos de la hoja o los charros contrabandistas de la rama de Luis Inclán ha sido el libro en que los bandidos (contrabandistas) han salido mejor librados, pero todos los autores mencionados anteriormente, todos mexicanos, coetáneos de Payno, han calificado a los bandidos de la misma forma: son criminales, no reformadores sociales.

Bandidos ha sido una obra clave de Hobsbawm para la Historia Social Inglesa y una fuente obligada para los estudios de este fenómeno social. Podemos observar su relevancia en la cantidad de críticas y debates que ha generado el libro, así como las reediciones que Hobsbawm pudo realizar para fortalecer su teoría del bandolero social. La generalidad, es una de las limitaciones naturales de esta obra. El bandolerismo, aunque puede compartir múltiples características, se ha manifestado de manera distinta en cada sociedad del mundo. De la misma manera, con la generalidad del «bandido como criminal» en México a partir de las novelas mencionadas, no debemos negar la posibilidad de casos en que el bandido pudiera relacionarse a su sociedad en beneficio de la comunidad.

Los bandidos de Río Frío es una novela «costumbrista» que nos detalla distintos aspectos de la vida cotidiana del siglo XIX mexicano, ya que en ella podemos encontrar temáticas tan diversas como la brujería, la gastronomía, el vocabulario, los mercados, las bebidas alcohólicas, el ocio, la desigualdad económica, la vida rural, la discriminación o la geografía, pero debemos recordar que el tema principal, el bandidaje, fue tan solo un medio de crítica social para dirigirse a un problema mayor: el fracaso por parte del Estado para brindar seguridad y permitir la modernización del territorio.

Fue con el Porfiriato que pudo instaurarse el orden y que pudo erradicarse el fenómeno del bandolerismo, aunque también debemos señalar que esta protección de los caminos no correspondió directamente al bienestar de la sociedad, si no al de los intereses capitalistas de la élite mexicana. Solo la neutralización del orden forzado hacía cumplir las necesidades económicas que permitirían la modernización del país que tanto había deseado Manuel Payno.

Bibliografía:

Hobsbawm, Eric, Bandidos, Barcelona, Crítica, 2003, 233 páginas.

Knight, Alan, Eric Hobsbawm, la historia mexicana y el bandolerismo social, en Vera Hernández, Gumersindo, Pantoja Reyes, José R. (coords.) Los historiadores y la historia para el siglo XXI: Homenaje a Eric J. Hobsbawm 25 años de la licenciatura de historia, México, Conaculta-INAH, 2006, pp. 429-462.

Payno, Manuel, Los bandidos de Río Frío, Formato PDF:

https://fcye23.wikispaces.com/file/view/PAYNO-Los-bandidos-de-R%C3%ADo-Fr%C3%ADo.pdf

*Hobsbawm, Eric, Bandidos, Barcelona, Crítica, 2003, p. 153. 

**Payno, Manuel, Los bandidos de Río Frío, Formato PDF, p. 497. https://fcye23.wikispaces.com/file/view/PAYNO-Los-bandidos-de-R%C3%ADo-Fr%C3%ADo.pdf

Mauricio Rumualdo

Mauricio Rumualdo

Autor

(Acapulco, 1996) Estudió Historia en la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) y se tituló con una biografía intelectual acerca del escritor mexicano Francisco Tario. Ha escrito en revistas digitales como Temporales, Sincronía, Argos, Ouroboros, Página Salmón, Campos de Plumas y Metáforas al Aire. Actualmente labora como corrector de estilo para el proyecto Autores Implacables.
Deivy

Deivy

Ilustrador

Me llamo Deivy Castellano. Pintor aficionado, intento que mi trabajo hable por mí mismo. Trabajo para ser un polímata, en mi tiempo libre soy un misántropo auto exiliado en Marte.

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