contacto@katabasisrevista.com

Ilustración: Caro Poe

María Pía Ferrero

En medio de la ansiedad que implica no saber cuándo volveremos a vivir de manera más o menos normal, me surge una duda porque creo que ya siento ciertas cosas de antemano. Primero, me replanteo porqué la forma en la que vivimos es considerada normal. Es probable que muchos de los que estamos en los treinta y pico vivamos parecido: trabajo, estudios terciarios o universitarios en curso, hijos, pareja y/o familiares a cargo, cuentas que pagar, transportes fastidiosos en los que viajar, aumentos que solventar y una cotidianeidad signada por las redes, las noticias, las tendencias, las protestas y un montón de tironeos propios de esta época (es muy factible que haya olvidado un sinnúmero de cosas y pido disculpas por no tenerlas en mente).

Entonces, recapitulando. Estoy en cuarentena y pienso. ¿Cómo sobreviví al 2019 con todo lo que hice? ¿Cuántos fines de semana no me alcanzaban para dejar todo listo para enfrentar una nueva semana? ¿Cómo hice para unificar el trabajo, la economía, la familia, el estudio, las ganas de salir a un bar, un cumpleaños familiar y encima mirar la tele, estar al tanto de lo nuevo de Netflix y chequear mis redes?

Me planteé que no podía ser, que 2020 no podía ser igual porque ya me dolían la espalda, los huesos y la mente por anticipado. Y de golpe, en marzo, adentro. Los primeros días me asombraba porque iba notando el desacelere. Sabía que se venía el desconocido home office y la tarea de los pibes por alguna plataforma desconocida pero no me sentía mal con eso (el cuerpo se iba relajando, la insistencia del reloj despertador era más suave, menos inquisitiva). Tengo la suerte, junto con mi pareja, de ser de esos pocos asalariados que cumpliendo laboralmente de manera remota cobramos a fin de mes. Por ese lado, me sentía bendecida. Y los chicos, al principio eran felices, se ganaron el combo No madrugo + mis papás en casa 24×24. Después, y no hace falta que me extienda porque quizás les paso algo similar, te empieza a pesar el no salir, el no caminar o entrenar, el no ver a los afectos, a ver la situación de los demás, los números y líderes aterradores de otros países y sobre todo, la incertidumbre. ¿Qué pasará después?. Hay múltiples miradas y las más pesimistas dicen que más allá del daño económico o de ciertos protocolos en torno a lugares como los aeropuertos, la forma de pensar y de vivir no va a variar.

Yo ya tengo cierta sensación angustiosa alimentada por la contradicción. No quiero vivir encerrada, pero no quiero vivir a las corridas. Creo que el punto crítico se da cuando trato de imaginar un equilibrio. Si la vida retoma su cauce natural, no hay forma de frenar la avalancha de todo lo que vivíamos antes de la pandemia. A la noche hay silencio, se supone que la naturaleza se está dando un respiro de nosotros y mi hámster personal corre en la ruedita de mi cabeza y pienso en que quiero que esto se acabe, por todos, porque nadie lo merece. Al mismo tiempo digo ¿y después? ¿no habrá ningún aprendizaje?. Podemos repensarnos y tomarnos la vida de otra forma pero dudo que podamos sostenerlo (¡ojalá suceda y yo tenga que destruir este escrito más adelante!).

Hace mucho ya que la hiperconectividad, la maratónica carrera contra la improductividad, contra la vejez y contra la falta de creatividad nos ponen el límite a las ganas que tenemos algunos de vivir a menos de cien por hora. Este texto, catártico desde que afloró, quedará no sólo inconcluso, sino librado a las experiencias de cada uno. Al menos seamos libres de seguir deseando algún que otro castillo de naipes.

Autora

María Pía Ferrero

María Pía Ferrero

Ilustradora

Caro Poe

Caro Poe

Directora de Diseño

Diseñadora gráfica.

Soy encargada del departamento de Diseño e Ilustración de este hermoso proyecto. Estudiante de Letras de la Universidad de Buenos Aires.

Como no soy escritora, encuentro de gran complejidad describirme en un simple párrafo, pero si me dieras una hoja, un bolígrafo y 5 minutos, podría garabatearlo.

Total Page Visits: 1104 - Today Page Visits: 1
Share This