Soun
Echo una red de gotas
con luces pluriformes
sobre los cuencos
y las esquinas rotas de mi ciudad
Pescadora huyo de tierra
hundiéndome la cabeza
en una laguna de agua dulce
que piedra sobre piedra
echa raíces
y me permiten andar
Quieta me hago balsa
y ando despacio entre canales
de gota agria.
callada
Miro las calles y las voces de los niños
y las mujeres y hombres
de ojos gordos
Y pierdo los míos entre
canastos de pan y de birote que anidados en mi vientre
fermentan la tarea amorosa de mi abuela
y de mi madre
Los espacios aromosos de hierbas
y de piedras legumbres preciosas
me hinchan la carne y las manos
Pero lo observo todo a través de una cortina de ondas
Porque no estoy en tierra
Y los designios de las mujeres y los hombres
Los veo diluidos a través del agua
Yo voy bordeando la línea
Del horizonte blanco
Que guía la línea
De las edades
Y soy mi abuela, mi tía y mi madre
Y me hago balsa
Y me rocío de agua dulce
Que me abra camino entre el diluvio
de las ciudades.
Soun
Estudia en la Universidad de Guadalajara. Ha publicado alguna vez en algún lado. Cree que para presentarse le va mejor una cita breve de Rilke: «Siempre ha de merecer todo su amor cuanto acontezca en lo más íntimo de su ser. En ello debe usted laborar de algún modo, y no perder demasiado tiempo ni demasiado ánimo en esclarecer su posición frente a sus semejantes. ¿Hay acaso quien pueda asegurarle que usted tiene siquiera posición alguna?»
Pensarse balsa. Una linda alegoría contemplativa. Me llama a varios desencantos de la vida, todos tan comunes, pero intrincados asumirlo. Gracias por compartir.