El taoísmo representado en Pokémon

Ilustración: Caro Poe

Jonathan Gualteros

Una de las franquicias que más impacto ha causado alrededor del mundo es la de Pokémon. Esta franquicia cuenta con millones de seguidores alrededor del mundo desde que fue creada por Satoshi Tajiri en 1996, y la cual ha seguido en alza gracias a sus películas, a su anime, manga, mercancía para todo tipo de usuarios, y, sobre todo, por sus videojuegos.

Ante el próximo estreno del juego Pokémon Escudo y Espada este próximo noviembre de 2019, es importante recordar una de las entregas que más revuelo ha causado en el corazón de sus jugadores, y este es el caso de Pokémon Blanco y Negro.

Estrenado en el año del 2010, Pokémon Blanco y Negro se coloca como una de las entregas más revolucionarias que ha tenido la compañía hasta el momento, pues gracias a su apartado visual impecable, su música nostálgica acompañada de violines y pianos, y a una historia inolvidable, logró más de 13 millones de unidades vendidas alrededor del mundo.

La influencia taoísta de esta entrega la puedes notar desde la portada del juego, ya que viene en dos versiones complementarias, una versión llamada solamente Pokémon Blanco y cuya portada negra es protagonizada por un dragón negro llamado Zekrom (que podría traducirse como “teñido de oscuridad”), y una versión llamada Pokémon Negro cuya portada blanca es protagonizada por un dragón blanco llamado Reshiram (que podría significar “blanco”) en una clara alusión al yin y el yang.

Historia:

Esta se desarrolla en la región de Teselia. La historia de su origen mantiene que los dragones anteriormente mencionados eran en verdad uno solo, y este a su vez había creado a dos hermanos gemelos, héroes hechos para proteger al mundo. Sin embargo, de estos hermanos, el mayor buscaba la verdad, mientras que el menor perseguía los ideales. Esto ocasionó una lucha para decidir cuál de los dos tenía razón. Ante lo ocurrido, aquel dragón legendario tuvo que dividirse en dos para apoyar a cada uno de los hermanos, terminando así convertido en dos partes, un dragón blanco que perseguiría la verdad, y el dragón negro que perseguiría los ideales. Estas contrapartes lucharon contra la otra en una feroz batalla en la que no se pudo definir ningún ganador ya que ninguno poseía una razón total y absoluta, por lo que la lucha tuvo que darse por terminada. Sin embargo, los descendientes de los héroes originales prosiguieron la lucha por años hasta que los mismos dragones tuvieron que detenerlos y casi arrasar con el mundo como castigo por su dureza y conflicto. A pesar de ello, los habitantes de Teselia comprendieron que la verdad y los ideales no tienen por qué ser conceptos opuestos y trataron de unirlos bajo uno solo, por lo que los dragones legendarios ayudaron a reconstruir el mundo como recompensa al comprender la verdadera lección.

Una de las reglas literarias para la construcción de un villano memorable, es que este debe ser quien en verdad forme el carácter del héroe, cumpliendo pues un rol no de acción sino de reacción. Esto lo podemos ver cuando nos topamos con quien será nuestro rival, un hombre misterioso llamado solamente N, quien siempre que se topa en tu camino te hace dudar de si las decisiones que tomas son en verdad las correctas. Este rival busca la libertad de todos los pokémon ya que han dejado de ser libres, razón por la que crea una organización para liberarlos a todos.

Sin embargo, se te cuestiona todo el tiempo si realmente N está equivocado con lo que hace, pues en verdad no hay verdad absoluta, lo que de hecho es la lección aprendida en aquella antigua lucha entre la verdad y los ideales. El campeón de la región, el entrenador más fuerte de todos, llega a decirte: “Incluso si no nos entendemos el uno del otro, esa no es razón para rechazarnos. ¿Existe algún punto de vista que tenga todas las respuestas? Piénsalo”.

La historia te comienza a llevar por un viaje de ideales que debes comprender como entrenador, pues logra hacerte entender que querer ser el mejor no es la verdadera meta ya que ningún tipo de control es bueno, pues ante el mero concepto de que algo debe ser alcanzado, estás de hecho aceptando que hay una brecha entre lo que eres y lo que necesitas para ser alguien más, y el taoísmo enseña que dicha brecha nos debilita pues nos hace ignorar lo que ya somos. Y así nos lo hace ver el villano en los múltiples combates que sostiene contigo pues nos explica que el único camino a la verdad son los ideales, en uno de ellos llega a decirte: “Dijiste que tienes un sueño…Ese sueño…Hazlo verdadero. Haz ese sueño maravilloso una realidad y se convertirá en tu verdad”.

Finalizando la historia ves cómo el villano alcanza su objetivo y ordena la liberación de todos los pokémon que están siendo oprimidos. A este punto has visto cómo también el villano no solo se ha hecho más fuerte, sino que su personalidad ha evolucionado al punto de él mismo dudar de si su verdad es la correcta, pues piensa que quizás los pokémon también se ven complementados con su entrenador. Pero hay mucho más en la historia, descubres que tú y el villano son descendientes de los primeros héroes creados por el dragón del origen, o cuando debido a una traición descubres que hay un villano detrás de todo, y quizás N se plantee unirse a ti para derrotarlo. Quizás los dragones legendarios despierten de nuevo para detener este conflicto. Tendrías que jugarlo para saber qué pasará exactamente.

Cuando terminas el juego se te hace reflexionar sobre el hecho que, aunque existan cosas positivas y negativas, no significa que alguna sea superior a la otra, al contrario, es una manera de indicar que en verdad la realidad es rítmica y variable, y que todo es un complemento. Tal como el yin y el yang simboliza.

El fundamento taoísta durante la historia:

La relación entre lo positivo y negativo es correctamente mencionado en el Tao Te Ching (que se cree fue escrito por Lao-Tzu y cuya traducción al español podría ser algo como “El Libro Básico del camino de la virtud”).

En Pokémon Blanco y Negro podemos vernos enfrentados a nosotros mismos sobre si en verdad somos los héroes de la historia (algo que nunca se había puesto duda en entregas anteriores ni tampoco en las posteriores), lo que te lleva por un camino de decisiones a tomar en el que debes tener claro cuál es el verdadero camino que estás siguiendo, o si de hecho estás siguiendo uno.

Debemos recordar que el taoísmo en sí, es una filosofía que dedica su pensamiento a lograr aquel equilibrio entre todo aquello que existe, como el hombre aceptando su maldad, o el equilibrio entre el hombre y la naturaleza. El taoísmo, influenciado por el confucionismo, busca que el hombre sea moldeado de manera armoniosa con los demás, haciendo hombres superiores con un sentido de responsabilidad y compasión por a los demás, algo que en el juego se te cuestiona en repetidas ocasiones cuando tu rival te pregunta si hay compasión dentro de ti hacia tus pokémon, o si solo los usas para perseguir tus propios ideales de ser el más fuerte, el cual no puede ser la meta final.

Esto ocurre porque el taoísmo no busca controlar el entorno que le rodea, a diferencia de nuestra cultura occidental que ve al mundo como un medio que debe ser controlado para poder hacerlo mejor para nosotros. El problema es que esto lleva a la connotación de que hay cosas buenas que mantener y malas por desechar, cuando para el taoísmo, la realidad no se basa en opuestos sino complementos, como la vida y la muerte, o la luz y la oscuridad.

Te encontrarás hablando con muchos personajes secundarios del juego que te recuerdan que los cambios de la vida no tienen que ser superados ni sorteados, sino por el contrario, ser usados a tu favor y aceptarlos. Y es que uno de los más grandes representantes del taoísmo, Henry David Thoreau, es mencionado en la obra El método Ikigai con su icónica frase de “Al llegar el momento de morir, ojalá no descubramos que nunca hemos vivido”, y el juego te lo recuerda al final como una frase que retumbará cierto tiempo en tu corazón cuando dice: “Vivir es usar el tiempo dado para nosotros. No puedes recuperar el tiempo perdido. Vive. Solo vive. Nunca olvides eso”.

Conclusiones:

El juego encierra mucha más historia para ser disfrutada, redenciones, traiciones, giros dramáticos, además que le acompaña una hermosa música nostálgica en piano y violines que hacen juego con la temática melancólica y de reflexión que este busca. Cabe anotar que si bien el juego está principalmente pensado para niños de diez años, este ha logrado cautivar una audiencia de mayor de edad, logrando así que el juego no sea olvidado, sino que su filosofía logre ser recordada y evoque una fascinación por preguntas más allá del bien y el mal.

Es imposible encerrar toda la historia de este fascinante juego en algunas páginas, pero si te interesa un poco lo que puede resultar de una lucha de ideales contra una lucha de verdades, este juego podría ser para ti. Esperamos que pronto esto ocurra de nuevo con la nueva entrega de Pokémon Escudo y Espada este noviembre, pues siempre una buena historia será capaz de hacer relucir algo por muchos años, incluso un videojuego. ¡Hasta la próxima!